El pasado mes de abril se aprobó la nueva Ley de Vivienda en el Congreso de los Diputados tras el acuerdo alcanzado entre el Gobierno de coalición, EH Bildu y ERC. Una normativa que incorpora importantes novedades en materia de vivienda, sobre todo en lo que respecta al alquiler, y que afecta directamente a los inquilinos.

Una de las medidas estrella de la ley es la consolidación del límite a las subidas de los alquileres. "La ley incluye medidas para aumentar la oferta de vivienda a precios asequibles, evitar que se den situaciones de tensión en el mercado del alquiler y apoyar a jóvenes y colectivos vulnerables en el acceso a la vivienda", detallan desde el Ejecutivo central.

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En este sentido, la Ley 12/2023, de 24 de mayo, por el derecho a la vivienda, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), establece un tope de la subida de los alquileres al 2% para lo que queda de 2023, como estaba determinado hasta ahora. 

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De esta manera, aquellos inquilinos que tengan la renovación anual de su contrato en septiembre de este año, deben saber que el arrendador únicamente podrá proponer una subida del 2% como máximo, siempre y cuando aparezca en las cláusulas de su contrato que la renta del alquiler se actualizará conforme al IPC. 

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La ley también detalla que, de cara a 2024, el incremento máximo anual será del 3% del alquiler para los contratos vigentes durante 2024. A partir de 2025, se establecerá un nuevo índice de referencia para la actualización anual de los contratos de arrendamiento "en sustitución del IPC que evite incrementos desproporcionados en la renta", detallan.