A menos de 24 horas de que se celebre la votación en la que se decidirá si la Mesa del Congreso, el órgano de gobierno de la Cámara Baja, tiene mayoría progresista o conservadora, todas las opciones siguen aún abiertas. La posibilidad de que PSOE y Sumar mantengan esa mayoría depende, entre otras cosas, de los siete diputados de Junts, y por ello este miércoles la vicepresidenta y líder de la coalición de izquierdas, Yolanda Díaz, aseguró estar teniendo contactos "al máximo nivel" con el expresident catalán Carles Puigdemont, a quien envió un mensaje: "El día de mañana es la puerta de entrada para un nuevo Gobierno de coalición progresista o la puerta que abre las entrañas a la reacción".

Con esa claridad lo planteó este miércoles Díaz en la primera reunión del nuevo grupo parlamentario de Sumar en el Congreso, que se congregó para escuchar a su líder por primera vez tras las elecciones con la notable ausencia de la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales en funciones, Ione Belarra, que declinó acudir por "motivos familiares". Díaz, que no hizo ninguna referencia a esta ausencia, sí quiso incidir en la importancia de la votación de este jueves, cuando se configurará la nueva composición de la Mesa del Congreso. Y, aunque aseguró que es "optimista", también señaló que dejar en manos de la derecha el control de la Cámara Baja dificultaría sobremanera las negociaciones para conformar un nuevo Gobierno de coalición PSOE-Sumar.

"Espero que lo consigamos, estamos negociando al máximo nivel", señaló la vicepresidenta. Técnicamente, que este jueves el Congreso eligiera como presidenta a una diputada del PP y los populares y Vox se hicieran con una mayoría en la Mesa no impediría que, en unas semanas, se pudiera investir un nuevo Gobierno de corte progresista presidido por Pedro Sánchez. Pero ese Ejecutivo lo tendría extremadamente difícil para legislar, puesto que controlar la Cámara Baja permitiría a PP y Vox dilatar e incluso bloquear el debate de proyectos del Gobierno y daría a la derecha una importante plataforma para confrontar con el Ejecutivo.

Sánchez anuncia que impulsará el uso de las lenguas cooficiales en las instituciones europeas para intentar atraer a Junts

Para convencer a Puigdemont, Díaz hizo un primer discurso ante sus diputados en el que planteó en varias ocasiones la necesidad de "defender un país plurinacional" y que eso se refleje, por ejemplo, en una reforma del reglamento del Congreso para que se permita intervenir desde la tribuna en gallego, catalán y euskera, además de en castellano. "Sumar debe hacer una apuesta firme por un cambio de modelo, estamos convencidas de que Madrid es muy importante, pero también de que todo no puede pasar por Madrid", señaló la vicepresidenta segunda del Gobierno, que aseguró que es su deber dar "respuestas" a un país "diverso".

"No queremos un abordaje de la cuestión catalana por cuestión coyuntural, sino porque es también la solución para España, porque somos un país diverso y porque el conflicto político existe y es real, y cuando existen problemas reales hay que resolverlos con convicción democrática", argumentó en esa misma línea Díaz. Pero, para ello, la líder de Sumar aseguró en un mensaje que parecía dirigido a Puigdemont que es únicamente la izquierda la que está "en condiciones de emprender los cambios en el modelo territorial", ya que "el PP, secuestrado por la ultraderecha, no puede formar Gobierno porque no puede hablarle a nadie" ni entiende "la crisis territorial".

Pese a reivindicar un Ejecutivo liderado por Sánchez, Díaz también hizo hincapié en que las elecciones del pasado julio han dejado claro que "España no es bipartidista". "Hay un relato que dice que el bipartidismo se refuerza, el intento de volver a los tiempos de los años 90 existe y lo hemos sufrido en campaña electoral", denunció la líder de Sumar, que sin embargo aseguró que ese intento "no funciona". "No vamos a volver al bipartidismo por mucho que algunos sueñen en regresar al siglo XX; España es mejor que esto y lo ha demostrado de nuevo", espetó.