El papa Francisco ha llegado este miércoles a Lisboa para participar en los actos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) con una apretada agenda que abarca hasta el próximo día 6 de agosto, que incluye, entre otras actividades, una visita al santuario de Fátima. Esta es la segunda visita a Portugal del pontífice argentino, de 86 años, que en 2017 estuvo en el mencionado santuario.

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El avión papal de la compañía Ita Airways aterrizó en la base militar de Figo Seco, en las afueras de la capital lusa, a las 9.44 hora local (8.44 GMT), con unos 15 minutos de adelanto sobre la hora inicialmente prevista, y fue recibido por el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa. 

A bordo del avión papal, Francisco aseguró este miércoles se seguirá "haciendo lío", en alusión al discurso de hace diez años en el que dijo a los jóvenes argentinos que participaban en la JMJ de Brasil: "¡Hagan lío!" y que se convirtió en un lema para los católicos. "Ya han pasado 10 años de aquel 'Hagan lío'", se le preguntó al pontífice durante el vuelo, a lo que contestó: "Y seguiremos haciendo lío". 

Más de 200.000 fieles esperan al Papa durante la segunda jornada de la JMJ en Lisboa

En el vuelo hacia Lisboa, Francisco, apareció apoyado en su bastón y de buen humor y quiso, como es tradición, saludar uno a uno a los cerca 80 representantes de los medios de todo el mundo que le acompañan en la visita. 

Según explicó a los periodistas, aunque los organizadores han hablado de que participarán en la JMJ de Lisboa cerca un millón de jóvenes, se espera que se supere esta cifra. "Me han dicho que serán más de un millón", precisó. 

Reunión con víctimas de abusos a menores

En su primera jornada en Lisboa, el papa se reunirá también con el primer ministro, António Costa, representantes del cuerpo diplomático y de la sociedad civil, y concluirá con un encuentro con miembros de la iglesia portuguesa en el que se espera una mención a la investigación que destapó 4.800 abusos a menores en los últimos 70 años.  Fuera del programa oficial, se ha anunciado una reunión de Francisco con un grupo de víctimas sobre la que no se han ofrecido detalles para proteger la privacidad de los participantes.