La búsqueda de apoyos por parte del PSOE para sostener una futura investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno ha reavivado el debate sobre la financiación autonómica. Se trata de una asunto recurrentemente reivindicado por los partidos nacionalistas de Cataluña, decisivos tras el 23-J para la formación de gobierno. La comunidad presidida por Pere Aragonès es la que tiene un mayor volumen de deuda pública, aunque ninguna región escapa al endeudamiento.
Según los datos del Banco de España —referidos al primer trimestre de 2023—, Cataluña es la comunidad autónoma que acumula una mayor deuda pública. El montante asciende a 85.456 millones de euros, lo que supone el 33% del PIB catalán. Medida sobre la riqueza total de la región, la proporción de deuda pública de la Comunidad Valenciana supera a la de su comunidad vecina, ya que asciende hasta el 43,7% del PIB, situándose en los 55.439 millones de euros.
Estas dos comunidades son las que más críticas se han mostrado tradicionalmente con el sistema de financiación autonómica, de ahí que las fuerzas catalanistas hayan introducido el debate al respecto en las negociaciones para formar gobierno. De hecho, al día siguiente de las elecciones del pasado 23 de julio, ERC ya incluyó entre sus condiciones para apoyar una investidura de Pedro Sánchez abordar el déficit fiscal, una reivindicación que este mismo martes ha repetido el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.
Pese a ser la más endeudada, Cataluña es la comunidad que más recurso destina a gasto social y la segunda que más dinero invierte en educación y sanidad. En total, estas partidas concentran el 59,3% del presupuesto autonómico de 2023. Sin embargo, echando la vista atrás, la gestión presupuestaria de la Generalitat ha estado salpicada por las condenas por malversación a dirigentes como Oriol Junqueras, Raül Romeva, Jordi Turull y Dolors Bassa, por el uso ilícito de fondos públicos durante el procés.
Un problema compartido
La deuda pública no es solo un problema de Cataluña, sino que lo comparten todas las comunidades. Cataluña y la Comunidad Valenciana son las únicas donde la cuantía a deber supera la barrera de los 50.000 millones de euros, aunque también en Castilla-La Mancha y Murcia la deuda supera el 30% del PIB autonómico, con 15.574 millones y 11.506 millones de euros respectivamente. Además, en media docena de comunidades la proporción de deuda sobre la riqueza autonómica se sitúa entre el 20% y el 26% del PIB. Es el caso de Baleares (26,1%), Extremadura (22,7%), Cantabria (21,6%), Aragón (21,3%), Andalucía (20,3%) y Castilla y León (20,3%).
Las regiones en las que la deuda pública es menos abultada son La Rioja, Navarra, Cantabria y Asturias, con 1.652, 3.102, 3.375 y 4.212 millones de euros respectivamente. Más allá del monto total, la medición de la deuda en porcentaje sobre el PIB refleja mejor la capacidad de la comunidad en cuestión para afrontar esa cuantía. Por ejemplo, tanto País Vasco como Murcia rozan los 11.500 millones de euros de deuda pública, un volumen que en el primer caso supone un 14,1% del PIB vasco y, en el segundo, un 31,7% del PIB murciano.
Así pues, las comunidades con menor deuda sobre el PIB son Navarra (13,5%), País Vasco (14,1%), Comunidad de Madrid (14,2%) y Canarias (14,9%). Según las previsiones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) estas regiones se mantendrán a la cola del endeudamiento a lo largo de 2023, ya que el supervisor fiscal espera que todas ellas avancen en el saneamiento de sus finanzas públicas hasta reducir la deuda por debajo del 13% del PIB. A la hora de comparar las comunidades autónomas, debe tenerse en cuenta que País Vasco y Navarra cuentan con un régimen de financiación especial, en el que reciben del Estado una cuantía prefijada, mientras que el resto de comunidades perciben una parte proporcional de la recaudación tributaria, compensada con otras trasferencias adicionales.
Déficit público
Más allá de la deuda, Cataluña es también la comunidad con el déficit público más abultado, según los últimos datos de la Intervención General del estado (IGAE), referidos al mes de mayo. Las cuentas catalanas presentan un desajuste de 1.380 millones de euros. Sin embargo, la región presidida por Aragónès es la segunda en la que más riqueza se produce, solo por detrás de Madrid, por lo que dicho déficit apenas representa un 0,52% del PIB.
Hay seis comunidades autónomas que superan el nivel de déficit de Cataluña. A la cabeza se encuentran Baleares, Murcia y Extremadura, donde el indicador se sitúa en el 1,52%, 0,88% y 0,92% del PIB respectivamente. En la Comunidad Valenciana, Navarra y Castilla-La Mancha, el déficit también superan el 0,5% del PIB, con desajustes presupuestarios de 1.039, 185 y 302 millones de euros respectivamente.
Por su parte, el déficit público se sitúa por debajo del 0,5% del PIB en la Comunidad de Madrid (-0,47%), Cantabria (-0,40%), Aragón (-0,32%), Galicia (-0,3%), Canarias (-0,26%), Castilla y León (-0,18%), La Rioja (-0,16%) y Andalucía (-0,14%). Solo el País Vasco y Asturias cerraron el mes de mayo con superávit, un logro que a lo largo del año la AIReF prevé que también consigan Baleares, Canarias, Galicia y Navarra.
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