Verano negro de ahogamientos en España: "Lo de que el Mediterráneo es una balsa es una percepción que no se ajusta a la realidad"

La Comunitat, con 61 muertes, fue el territorio con másfallecidos por ahogamiento en espacios acuáticos en 2019
Foto de archivo, Creu Roja
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La Comunitat, con 61 muertes, fue el territorio con másfallecidos por ahogamiento en espacios acuáticos en 2019

España vive un verano negro de ahogamientos. Así lo ratifica la última cifra de muertos por esta causa en el país, que supera ya los 200 fallecidos en lo que va de año y más de la mitad se han producido en las playas. El último ocurrió este martes en Tarragona, donde un hombre de 40 años perdió la vida cuando trataba de salvar a dos jóvenes.  

Cataluña es, de hecho, una de las comunidades donde se anotaron más fallecimientos en sus playas en el mes de junio junto a Andalucía, Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares, según revela la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo. El denominador común en todas ellas es que sus playas tienen contacto mayoritario con el mar Mediterráneo.  Pero ¿cuáles son las razones que convierten a estas regiones en las protagonistas de los ahogamientos durante el verano?

Temperaturas del Mediterráneo

La Comunidad Valenciana ha sido la autonomía que más ahogamientos ha albergado históricamente, y Salvador Perelló, responsable de formación de la Federación de Salvamento y Socorrismo de esta región ha contado a 20minutos.es las causas de esta "escalada de ahogamientos con respecto al año pasado".

La primera razón que se esconde tras el incremento de los ahogamientos es de componente físico y meteorológico: "Comentándolo con distintos compañeros, hemos visto que tenemos más banderas rojas de lo habitual". El formador explica que "normalmente" siempre han tenido un "mar tranquilo" y este verano la peligrosidad de las aguas está creciendo.

"Esto se debe a las elevadas temperaturas del agua, que cambian los patrones de vientos", y estos, a su vez, provocan que sea "más arriesgado bañarse", es decir, a más temperatura, más irregularidad del viento; y a más viento, más peligrosidad en las corrientes superficiales.

Irresponsabilidad humana

Vinculando las altas temperaturas con los comportamientos de los bañistas, el experto insiste en que "ahora hay más personas que acuden al lugar de baño" y pone de ejemplo que el año "donde bajaron más los ahogamientos" fue el de 2020, cuando menos personas acudían a la playa. En definitiva, más bañistas se traducen en más ahogamientos, y las altas temperaturas son un incentivo evidente que acerca a los bañistas al agua.

Además, con independencia de las temperaturas, existe un ejercicio de responsabilidad que algunos bañistas suelen eludir y lo ejemplifica con el reciente ahogamiento de tres personas en la playa dels Marenys en Tavernes de la Valldigna, en Valencia, que se bañaron en una zona no vigilada por personal de socorrismo y donde ondeaba la bandera roja.

Perelló alerta también del perfil de los fallecidos por ahogamiento en el Mediterráneo. Asegura que "la mayoría de los ahogados" a los que asisten tienen "más de 50 años" y advierte del riesgo que supone bañarse sin control, especialmente en los casos de bañistas "con patologías previas".

Falsa sensación de seguridad

Existe además una falsa sensación de seguridad en torno a este mar. "Lo de que el Mediterráneo es una balsa es una percepción que no se ajusta a la realidad", explica a este periódico Emilio García Ladona, investigador del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC. 

"En el Mediterráneo la marea es muy pequeña", sin embargo, también "hay sistemas de corrientes, puede haber más oleaje, mar de fondo, con tormentas al fondo del mar que son imperceptibles desde la orilla", cuenta el experto. 

Ladona deja claro que "el Mediterráneo no se ha vuelto un mar peligroso", y apunta también a que "mucha gente que se ahoga no sabe nadar": "En el mar hay corrientes que te pueden cansar, el mar trae una serie de problemas". La inexperiencia, la falsa sensación de seguridad y el "aumento de visitantes" genera, en definitiva, "mayores imprudencias y mayores accidentes".

Falta de prevención

En tercer lugar, el profesor Perelló, de la FSSCV, denuncia que "no ha habido cambios de políticas para mejorar la calidad de los servicios de playas" y que no se puede pretender un descenso de los ahogamientos sin el apoyo institucional: "Si no hay políticas nuevas, no hay resultados".

En este sentido, apunta a la "falta de prevención y formación" como resultado de la inexistencia de garantías para el salvamento: "Falta de socorristas, falta de materiales...". "No se han desarrollado órdenes que digan a los ayuntamientos cómo tienen que trabajar, en qué horarios", lo que lleva a que playas como la de Marenys no cuenten con ningún socorrista.

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