Las elecciones de este domingo han tenido para Vox un sabor amargo. Las urnas han esfumado su posibilidad de ser decisivos para facilitar una investidura del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, tal y como el propio líder de Vox, Santiago Abascal, ha reconocido en su valoración de los resultados, en la que ha acusado a su homólogo popular de haber desmovilizado al electorado y ha apuntado a una repetición electoral como el escenario más probable.

Vox ha perdido en las elecciones de este domingo más de medio millón de votos y 19 diputados. Se ha mantenido como la tercera fuerza más votada, pero muy alejado de los resultados de 2019, cuando alcanzó los 52 escaños en el Congreso de los Diputados. Cuatro años después, la formación ha obtenido más de 3 millones de votos y 33 diputados. El líder del partido ha achacado la pérdida de apoyos a la "desmovilización" del electorado, de la que ha responsabilizado al PP por haber "vendido la piel del oso antes de cazarlo" apoyándose en "encuestas claramente manipuladas". 

Abascal ha comparecido ante los medios de comunicación poco antes de la medianoche, con rostro serio y con un mensaje directo para el líder popular. El candidato de Vox a la Presidencia del Gobierno ha afeado a Feijóo su ausencia en el debate a cuatro celebrado durante la campaña y haber hablado de vicepresidencias y ministerios antes de tiempo, algo que para Abascal ha provocado la "desmovilización de la alternativa" al Ejecutivo de Pedro Sánchez.

El líder de Vox ha felicitado al candidato popular a la Presidencia del Gobierno por su victoria electoral, aunque con resentimiento. "Ha ganado las elecciones como quería, lo ha hecho no dependiendo de Vox", ha señalado, añadiendo que espera que el PP mantenga la oferta propuesta al PSOE de dejar gobernar a la lista más votada.

Feijóo se presentará a la investidura y pedirá el apoyo al resto de partidos: "No hay modelo que no pase o por Feijóo o por el sí de Bildu"

Abascal ha asegurado que Sánchez "aun perdiendo las elecciones, puede bloquear una investidura y puede ser investido con el apoyo del comunismo, el separatismo golpista y el terrorismo", a lo que ha agregado que los que hasta ahora han sido los socios del parlamentarios del PSOE tienen tras el 23-J "más capacidad de chantaje". No obstante, el propio líder de Vox ha restado viabilidad a este escenario de reedición de un Gobierno presidido por Sánchez y ha apuntado en su lugar a una repetición electoral.

"Sé que hoy es un día de preocupación porque no hemos logrado nuestro objetivo de echar a Pedro Sánchez del Palacio de la Moncloa y muy probablemente habrá repetición electoral", ha vaticinado desde el balcón montado con motivo de las elecciones en las afueras de la sede nacional del partido. Ante cerca de doscientos simpatizantes, Abascal se ha comprometido a "resistir" y a "no bajar ninguna de las banderas" del partido. "Estamos absolutamente preparados tanto para hacer oposición como para una repetición electoral", ha afirmado.

El partido asumía que las elecciones generales podían resultar en una pérdida de representación parlamentaria debido a la fórmula de reparto de escaños a través del sistema d’Hont, aunque esperaban una caída menor a la producida finalmente. De hecho, en plena pelea con el PP por el "voto útil", en la última semana Vox había difundido un mapa en el que apuntaban a la posibilidad de perder el ansiado último escaño en 18 provincias ante el PSOE, Sumar y los partidos independentistas de Cataluña.

Si bien la pérdida de diputados entraba dentro de lo posible, el partido se muestra desconcertado ante la imposibilidad de sumar una mayoría suficiente con el PP. Y es que las urnas han arrebatado este domingo a Vox la posibilidad de tener en su mano la llave de la gobernabilidad para facilitar una hipotética investidura de Feijóo.

El número de escaños de Vox ha disminuido en diez provincias, destacando especialmente la caída de Castilla y León, donde los de Abascal gobiernan en coalición con el PP desde 2022. En la comunidad presidida por Alfonso Fernández Mañueco, Vox conserva únicamente un diputado por Valladolid, frente a los seis que tenía antes. Vox han perdido igualmente representación en las regiones donde recientemente han pactado con el PP para facilitar la investidura de presidentes populares, como es el caso de Baleares, Comunidad Valenciana y Extremadura. 

El descenso también ha sido marcado en Murcia y Ceuta, donde han pasado de ser la fuerza más votada en 2019 a caer al tercer puesto y perder un escaño en cada una. En Madrid, Vox ha caído hasta los cinco diputados, tras perder dos. En cambio, los de Abascal mantiene intactos sus dos diputados por Barcelona y sus respectivos escaños por Asturias, Cantabria y Zaragoza.