Las elecciones generales en España de 2023 se están celebrando este domingo 23 de julio en una jornada que apunta a un buen dato de participación: el dato de ciudadanos que han acudido a votar es del 40% a las dos de la tarde, por lo que se espera que la participación alcance cifras récord, incluyendo el voto por correo (con más de 2,4 millones de electores). 

El dato de participación y de abstención es una variable imprescindible a la hora de medir unos resultados electorales y de explicarlos. ¿A quién beneficia la alta participación según los datos históricamente? ¿Y la abstención?

La abstención suele favorecer a la derecha

Los datos de participación en las elecciones generales en España demuestran que el PSOE es el principal beneficiado de una alta participación. Los socialistas han obtenido triunfos electorales en cuatro de las cinco elecciones generales con más participación. Así ocurrió en 1982 (79,97%), 1993 (76,44%), 2004 (75,66%) y 2008 (73,85%). Otro ejemplo podría ser en la doble convocatoria electoral de 2019: en las elecciones de abril (71,75% de participación), el PSOE obtuvo la victoria pero no pudo formar gobierno, y en la repetición electoral de noviembre se dio el dato de participación más bajo (66,23%) y el apoyo al PSOE se redujo.

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Por su parte, el PP ha obtenido la victoria en dos de las cuatro elecciones con menos participación (2016 y 2000), mientras que UCD obtuvo la victoria en 1979, cuando se registró una participación de apenas el 67%.

De los datos de participación, por lo tanto, se puede extraer que la alta participación suele favorecer a los partidos de izquierda, principalmente al PSOE. La abstención, por lo tanto y según la serie histórica, favorece a las opciones del centro-derecha. De registrarse este 23 de julio una alta participación, la historia dicta que el PSOE podría salir favorecido, aunque las circunstancias inusuales de esta convocatoria serán las que decidan el dato final.