La cantante Madonna, de 64 años, lleva desde la semana pasada recuperándose de una grave infección bacteriana que la obligó a ingresar en cuidados intensivos. Esa afección, de la que se prevé que se recupere completamente, la ha obligado a hacer un parón en el intensísimo entrenamiento al que se estaba sometiendo para su próxima gira. 

Madonna iba a empezar una gira mundial de seis meses el 15 de julio, que ahora ha tenido que posponer hasta octubre. Será entonces cuando la The Celebration Tour comenzará en Europa, donde habrá dos conciertos en Barcelona. 

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El caso es que tras este incidente, en el que encontraron a Madonna inconsciente en su domicilio, los amigos han reiterado a la artista que debe tomárselo con más calma, pues intenta competir, según su círculo íntimo, con cantantes mucho más jóvenes. 

"Estaba trabajando horas extra, pero claramente se quemó y las personas a su alrededor le han estado recordando cortésmente que ya no tiene 45 años, y mucho menos 25",  decían fuentes cercanas a Madonna al The Sun. 

"Esforzarse tanto era extremadamente arriesgado", opinaban esas fuentes, que creen que "si puede volver a ponerse en forma, la gira tendrá mucho más tirón y ya tiene mucha publicidad, incluso si no es del tipo correcto", valoraban. 

"Muchos de nosotros sentimos que los comentarios constantes sobre su edad la han presionado para competir, por lo que nos alivia que se haya visto obligada a tomarse un descanso y anteponer su salud", revelaban las citadas fuentes. 

Sobre el estado actual de la cantante, aseguran que "está en casa, feliz y asistiendo a reuniones, y ha rechazado una propuesta para reducir la gira porque todavía quiere ofrecer tantas fechas como sea posible cuando recupere sus fuerzas".

Sobre la salud, aseguran que "su condición es completamente curable y está trabajando con un grupo de médicos para estimular su sistema inmunológico".