Las altas temperaturas y las ráfagas de viento están causando estragos en Grecia. Como consecuencia, varios incendios se mantienen activos en el país heleno. Por ello, unas viviendas en las evacuadas localidades griegas de Melisurgós y Lagonisi, a una treintena de kilómetros de Atenas, se han convertido este lunes en las primeras casas calcinadas por las llamas. Los hechos tienen lugar en el incendio desatado este lunes en el sureste de la región capitalina de Ática, según informaron las autoridades helenas.

Hasta el momento, además de estas dos localidades, han sido evacuadas otras cinco, incluidos los pueblos costeros de Anavissos y Saronida, donde acuden miles de atenienses para pasar las vacaciones estivales. Unos 150 bomberos con 40 vehículos terrestres y 7 aéreos combaten el fuego desatado en la zona, densamente poblada.

El alcalde del municipio contiguo de Saronikos recalcó que en el pueblo costero de Lagonisi también se han quemado algunas casas, y que el incendio se está propagando hacia el sur y amenaza también al pueblo contiguo de Saronida.

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El incendio estalló en el monte Páneion hacia el mediodía y, atizado por fuertes vientos, se propagó rápidamente hacia la costa oeste de Ática, consumiendo la vegetación local (baja).

La Policía ha interrumpido el tráfico en varias carreteras en la zona, mientras también tuvo que ser evacuado un monasterio que se veía amenazado por las llamas. Los vientos con fuertes ráfagas dificultan la operación de extinción, mientras que el humo denso dificulta las tareas desde los aviones y helicópteros.

Cuatro incendios activos

Mientras, 108 bomberos con 32 medios terrestres y 10 aéreos combaten otro incendio forestal que estalló cerca del pueblo costero de Lutraki, a unos 80 kilómetros al oeste de Atenas. Tres localidades y un campamento infantil que alojaba a 900 niños han sido evacuados. Según las autoridades regionales, este fuego también ha alcanzado ya las primeras casas, al ser impulsado por los fuertes vientos, que además dificultan la operación de extinción.

Por su parte, decenas de bomberos combaten otros dos incendios forestales en la región de Beocia, en Grecia central, y en la península del Peloponeso (sur), sin que hasta el momento se hayan visto amenazadas zonas pobladas.

Grecia vive una gran canícula que llevó a los termómetros a marcar más de 44 grados en algunos lugares del centro del país el pasado fin de semana. Aunque las temperaturas se han moderado un poco desde el domingo, Protección Civil ha advertido de que la llegada de fuertes vientos ha agudizado el riesgo de incendios.