El desbloqueo de las normas urbanísticas de Madrid entra en su recta final

  • El texto que altera el Plan General de Ordenación Urbana de 1997 pasa este miércoles por comisión extraordinaria.
  • El marco normativo regula los pisos turísticos, las cocinas industriales o la construcción de vivienda, entre otros. 
fotografo: Jose Gonzalez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Comercios reconvertidos a pisos turísticos
Una vivienda vacacional en el barrio de Imperial (Arganzuela)
José González
fotografo: Jose Gonzalez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Comercios reconvertidos a pisos turísticos

Por fin. Tras tres años de trabajo, varias comisiones fallidas y no pocos reproches (por decirlo levemente) entre los grupos municipales, la modificación de las normas urbanísticas entra su recta final. Este miércoles, sobre las 17.00 horas de la tarde, los cambios en el plan de urbanismo que rige la capital protagonizarán una nueva comisión extraordinaria de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad. En principio, la última. También el último paso antes de que el documento de más de mil páginas sea elevado al Pleno de Cibeles del próximo lunes.

Con la mayoría absoluta en el bolsillo, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, podrá sacar adelante sin apuros la reforma del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1997. Escenario muy distinto al vivido durante el pasado mandato, cuando la izquierda rechazó en bloque el proyecto y Vox, pese a haberlo aprobado inicialmente en 2021, frenó su tramitación, para sorpresa de todos, en diciembre de 2022.

Será la primera gran tarea del responsable de las políticas del suelo en la capital, Borja Carabante, quien a buen seguro tendrá que lidiar con las críticas de Más Madrid, PSOE y Vox durante la sesión de esta tarde en la Plaza de la Villa. Salvo cambio de guion inesperado, ninguno de estos partidos prestará sus votos ni este miércoles, ni tampoco el lunes en la votación final. 

Sea como fuere, el impacto a corto plazo de la aprobación de la modificación de las normas urbanísticas es "de 2.000 empleos, con 200 millones de euros para la ciudad", según avanzó este martes Almeida. 

A contrarreloj...

Los plazos que maneja el Gobierno municipal para poner en marcha la nueva legislación no pueden ser más ajustados. El 5 de agosto decae la moratoria para conceder autorizaciones a las famosas cocinas industriales, esos restaurantes dedicados por completo a la venta a domicilio, sin mesas, camareros ni un local definido. Una vez caduque esta prórroga, los empresarios no encontrarán barreras para montar una dark kitchen, otro de sus múltiples sobrenombres con los que se conocen a estos a este tipo de establecimientos que, desde hace años, tanto malestar ha despertado entre los colectivos vecinales.

La Federación Regional de Vecinos de Madrid (Fravm), de hecho, ya barrunta la "barra libre a la apertura de cocinas fantasma en edificios de viviendas", toda vez que la modificación de las NNUU no llegará a tiempo, según sostienen. Aunque Almeida apruebe la norma, "la Comunidad de Madrid tiene que dar después su visto bueno y esto suele demorarse muchos meses o incluso más de un año", advierten para pedir al alcalde que "que no espere más y siga el ejemplo de Barcelona, que ha prohibido la actividad de las cocinas fantasma en zonas de viviendas a través de un Plan Especial".

Pisos turísticos, 'cohousing',  hibridación de usos...  

Aunque el nuevo texto no solo incluye cuestiones candentes, pero puntuales, como las 'cocinas fantasma', sino que también aborda temas nucleares para el urbanismo, al estilo de la construcción de vivienda. Si bien lo que será sometido a votación no es una revisión completa del PGOU, un ejercicio que se alargaría durante años, la reforma alberga un gran abanico de cuestiones. 

Por ejemplo, los pisos turísticos, que quedan sujetos en el escrito al Plan Especial de Hospedaje de Manuela Carmena, todavía en vigor tras ser avalado por los tribunales y que exige un acceso independiente a las viviendas de uso vacacional. La actualización presentada en comisión, por otro lado, permite la hibridación de usos para recuperar zonas de la ciudad que en la actualidad están obsoletas. Por añadidura, las terrazas y los cuartos de instalaciones en plantas de piso no computan a efectos de edificabilidad.

Los cambios en el urbanismo también recogen las nuevas modalidades habitacionales de la ciudad como los llamados coliving y cohousing. Dicho de otra forma, comunidades compuestas de casas agrupadas con espacios comunitarios. 

Por lo demás, como aseguró este martes Almeida, también facilitarán "la agilización de los trámites administrativos, la simultaneidad de las declaraciones de impacto, las tramitaciones de impacto ambiental, la mejora de las declaraciones responsables" y todo para "ser más eficaces y rápidos en un sector tan importante para la economía de Madrid". 

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