La OCDE cree que los beneficios de las empresas dan margen para subir más los salarios

Un camarero habilita una mesa en un bar en Sevilla.
Un camarero habilita una mesa en un bar en Sevilla.
JOAQUÍN CORCHERO / EP
Un camarero habilita una mesa en un bar en Sevilla.

La OCDE sostiene que los beneficios obtenidos por las empresas en el último año dejan margen para subir más los salarios, especialmente a los trabajadores que menos cobran. Así se desprende del informe anual sobre empleo que ha publicado la institución este lunes, en el que los expertos del grupo desgranan cómo se ha comportado el mercado laboral en cuanto a ocupación, paro, salarios en el último año y sus perspectivas futuras. 

El informe constata que los beneficios empresariales han crecido por encima de la remuneración de los asalariados en la mayoría de países. Así sucedió en 33 de los 38 países de la OCDE (incluida España) entre el cuarto trimestre de 2019 y el primero de este año, según constatan los investigadores. Esta ampliación de beneficios se ha notado con especial fuerza en el sector de la energía, aunque también en hostelería, alojamiento y manufacturas. 

Así, los beneficios "han hecho una contribución inusualmente grande a las presiones domésticas sobre los precios". Las empresas han sido capaces de aumentar beneficios gracias a las inusuales circunstancias que se han dado después de la pandemia. La reapertura tras el covid y el efecto de los planes de recuperación que han aplicado muchos países dispararon la demanda. 

Al mismo tiempo, los precios crecieron a gran velocidad por factores externos (encarecimiento de la energía y materias primas). Esto permitió que muchos productores "fueran capaces de ajustar los precios rápidamente, mientras que las subidas salariales suelen llevar periodos de negociación más largos", señala la OCDE. Todo ello, sugiere que los costes de la crisis "no se han repartido por igual entre todos".

El informe no ve indicios de que se esté produciendo una espiral salarial. Un fenómeno económico perverso que se da cuando los sueldos suben rápidamente y fuerzan a las empresas a subir los precios de venta, lo que, a su vez, motiva nuevas demandas salariales. La OCDE es clara en este sentido. "La evidencia sugiere que hay espacio para que los beneficios absorban subidas adicionales en los salarios, al menos a los trabajadores con sueldos bajos". Todo ello, "sin generar presiones significativas sobre los precios o provocar una caída en la demanda de mano de obra".

Las conclusiones de la OCDE se añaden a lo que han defendido recientemente otros organismos como el Banco Central Europeo (BCE). El BCE constató en un informe publicado recientemente que los beneficios unitarios han crecido con fuerza en trimestres recientes y han hecho una contribución visible a la inflación de la eurozona. 

Los salarios resisten mejor en España

El panorama de pérdida de poder adquisitivo generalizado que retrata la OCDE ha sido algo más benigno con España. Los datos recopilados por los investigadores indican que los salarios españoles han sido de los que menos se han devaluado de la UE. En concreto, España es el cuarto país del club comuntario donde la diferencia entre el aumento salarial y el alza de los precios ha sido más reducida.

La pérdida de poder adquisitivo de los asalariados españoles es del 1,2%, tres veces inferior que la media de la OCDE. En la UE, solo Bélgica, Países Bajos y Grecia sufrieron pérdidas de poder adquisitivo menores que la de España. Y entre las grandes economías europeas, como Francia (1,8%), Alemania (3,3%) o Italia (7,3%) la pérdida de poder de compra fue mucho más acusada.

Parte de esa resistencia a la inflación es fruto de las importantes subidas del salario mínimo interprofesional (SMI) acometidas en los últimos años. En España está entre los países de la OCDE donde más rápido ha crecido el SMI. Hasta el punto de que el salario mínimo ha conservado su poder adquisitivo mejor que el sueldo medio. La institución se muestra a favor de emplear el salario mínimo y la negociación colectiva como vías para "ayudar a mitigar las pérdidas en el poder adquisitivo y garantizar una distribución justa del coste de la inflación entre empresas y trabajadores".

El empleo siguió avanzando

Finalmente, el informe dedica también un apartado a la situación del empleo en el país. En este aspecto, la OCDE señala que el mercado laboral español "se ha mostrado resiliente" con un avance del empleo del 1,2% en el primer trimestre y la tasa de paro más baja en décadas (12,7%).

La OCDE sostiene que la reforma laboral ha contribuido a mejorar la calidad del empleo en España, pero muestra algunas dudas con la contratación de fijos discontinuos. En este sentido, apuntan a que la eficacia del contrato fijo discontinuo para mejorar la seguridad laboral de los trabajadores es todavía incierta. Por ello, recomiendan una supervisión continua y una regulación potencialmente más estricta para garantizar nuevos avances.

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