El pasado sábado, por fin, Tamara Falcó e Íñigo Onieva se dieron el 'sí, quiero' en la capilla de la finca El Rincón, situada en Aldea del Fresno, en Madrid. Allí, la pareja reunió a un total de 400 invitados que pudieron disfrutar del lujo de la celebración.

Sin embargo, en los últimos meses, los medios de comunicación se hicieron eco de una de las prohibiciones impuesta por los novios que, sin embargo, no sentó nada bien a algunos invitados.

Esto fue la idea de prohibir los teléfonos móviles durante la celebración. Así, la pareja habilitó unas taquillas en las que los invitados deberían depositar sus móviles, aunque podrían acudir allí siempre que lo necesitasen y utilizar los teléfonos en los lugares habilitados para ello.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva habilitaron unas taquillas para que los invitados a la boda guarden sus móviles y preservar la exclusiva

Este lunes, desde el plató de Espejo Público, la periodista Pilar Vidal ha destacado que, pese a la exigencia de los novios, el personal de seguridad interceptó a algunos invitados que habían tratado de esconder, aunque sin éxito, sus móviles en el escote de las invitadas.

Finalmente, todo parece indicar que en la boda no se usó ningún teléfono móvil gracias al personal de seguridad privada que estuvo atento y llevó a cabo los cacheos necesarios para que todo saliera a gusto de los novios.