Llegó el gran día. Este sábado, Tamara Falcó e Íñigo Onieva se han dado el 'sí, quiero' después de una ruptura de por medio y muchos contratiempos de última hora que han puesto en vilo a los novios.

Robo de joyas, problemas con el vestido de novia, polémicas con invitados, rumores de otra infidelidad de Onieva... Sin embargo, todo eso quedó atrás. Este sábado sólo había lugar para la ilusión. 

El enlace tuvo lugar en el palacio El Rincón, ubicado en Aldea del Fresno (Madrid), una construcción que la marquesa de Griñón heredó de su padre, Carlos Falcó. 

La boda, prevista para las 19:00 horas, empezó con 45 minutos de retraso, que fue el tiempo que hizo esperar Tamara Falcó a Íñigo Onieva. Pero finalmente, culminó en el gran momento en el que algunos invitados no pudieron estar presentes pues, por expreso deseo de la pareja, solo los familiares presenciaron lo que ocurrió en la capilla.

La boda, a la que acudieron decenas de famosos ataviados de sus mejores galas, estuvo rodeada de unas extremas medidas de seguridad: los invitados no podían llevar sus teléfonos móviles encima e incluso los novios contrataron un inhibidor de frecuencias para evitar el uso de drones que pudieran captar imágenes de la ceremonia.