La presidenta del PP de Extremadura, María Guardiola, ha tratado este viernes de justificar su decisión de firmar un acuerdo de gobierno con Vox, después de rechazarlo de plano hace solo unos días. "Mi palabra no es tan importante como el futuro de los extremeños", ha manifestado en la rueda de prensa posterior a la firma del pacto con el líder de Vox en la región, Ángel Pelayo Gordillo.

La comparecencia ha girado sobre todo en torno al cambio de postura de Guardiola, que ha pasado de decir que no iba a gobernar con un partido que niega la violencia machista, que "deshumaniza a inmigrantes" y que "tira a la basura" los derechos LGTBI. A este respecto, la líder popular ha asegurado que es "consciente de que habrá mucha gente decepcionada", pero ha pedido que se le juzgue "como presidenta de Extremadura". No obstante, también ha lamentado "el machaque personal y político" que asegura haber recibido en los últimos diez días y que "excede de cualquier razonabilidad".

La líder del PP extremeño ha admitido seguir muy alejada de Vox en cuestiones ideológicas, pero ha añadido que ha optado por hacer "renuncias" con el objetivo de poner primero a Extremadura". "Es preferible que me frustre yo a que se frustre el futuro de los extremeños", ha añadido.

Según Guardiola, sus palabras de rechazo a Vox hace diez días "fueron fruto de un enfado importante, una frustración en un momento concreto", justo después de que el PP ofreciera a la formación de derecha radical, y esta lo rechazara, la Presidencia de la Mesa de la Asamblea, una Secretaría y la designación del senador autonómico.

Minutos antes, Guardiola y Gordillo han firmado el acuerdo de gobierno ante los medios gráficos y después se han dado un apretón de manos mientras posaban ante los fotógrafos. El pacto implica que la formación que lidera Santiago Abascal dirigirá una consejería, la de Gestión Forestal y Mundo Rural.

Según Guardiola, la decisión de que Vox entre finalmente en su gobierno se ha tomado en Extremadura y "obedece a un profundo proceso de reflexión" en el que se ha obligado a sí misma a recordar cuando ella dio un paso al frente al aceptar presidir el PP extremeño porque quería hacer que su "tierra prosperase".

Ambos partidos han alcanzado un acuerdo programático de 60 medidas que, por el momento, no han detallado pero que, según un comunicado conjunto, se centrará en las "prioridades de las familias extremeñas y en combatir el paro, la pobreza, la falta de oportunidades y la despoblación".

En la rueda de prensa posterior, y a preguntas de los medios de comunicación, Guardiola ha explicado que en el acuerdo no aparece la expresión "violencia machista" o "de género", sino "rechazo a cualquier discurso machista, civil o religioso, que promueva o justifique la violencia sobre la mujer" en la región. Su justificación ha sido que ambos partidos han hecho "renuncias desde la generosidad" y "desde el objetivo de que lo primero es Extremadura y los extremeños".

Así, la líder de los populares extremeños ha afirmado que el acuerdo firmado este viernes no entra en "cuestiones ideológicas", de tal forma que se centra en lo que les une y no en lo que les separa.

Además, el PP cederá a Vox el senador autonómico que les correspondería designar a los populares y Guardiola ha anunciado que se modificará el Reglamento de la Asamblea de Extremadura para que sus socios de gobierno puedan estar también en la Mesa de la Cámara en el futuro, lo que no fue posible cuando se constituyó hace unos días por la falta de acuerdo entre los partidos de la derecha.

El documento firmado, "que no deja de ser un programa de gobierno", con el que el PP adquiere "un compromiso sincero", según la dirigente popular, es la "hoja de ruta" para "marcar un nuevo rumbo" para que "Extremadura se pueda convertir en una tierra de oportunidades, donde se pueda desarrollar un proyecto de vida, los jóvenes no tengan que marcharse, una tierra que sea fiscalmente atractiva".

"Estos días están siendo difíciles, pero yo tengo la firme convicción de que nos une mucho más de lo que nos separa y de que la voluntad política y la generosidad las hemos puesto al servicio de los extremeños", ha añadido Guardiola, que se ha mostrado dispuesta a "trabajar mucho" con "ilusión" y con "mucha humildad" en un gobierno "de todos y para todos, sin rodillo, sin tutela y, por supuesto, sin censura".

También ha remarcado que el pacto suscrito con Vox es un acuerdo "sensato, de moderación, de respeto a la autonomía, que protege los servicios públicos y que no mira al pasado sino al futuro", por lo que "no retrocede en los derechos conseguidos por los extremeños y las extremeñas".

Por su parte, Gordillo ha calificado este viernes como "un día histórico" que permitirá un cambio político en la región con un gobierno que buscará "el bien de Extremadura sin estridencias y siempre con la mano tendida en un espíritu de lealtad y de colaboración con lo firmado". En su opinión, la responsabilidad de ambos partidos "no podía truncar" el deseo de cambio de los extremeños, por lo que "se ha impuesto la sensatez y la generosidad por ambas partes".

Vara lamenta "la imagen y el ridículo"

Tras la rueda de prensa, el presidente en funciones de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha lamentado "la imagen y el ridículo" que se ha estado haciendo durante cuatro semanas en Extremadura, ya que se podía "haber evitado tanto engaño" al que, a su juicio, se ha visto sometida la región por parte de PP y Vox antes de llegar al acuerdo de gobierno.

En cualquier caso, ha señalado que es un "demócrata convencido" y que para él "está por encima de otra consideración lo que los ciudadanos deciden". Por ello, una vez anunciado el acuerdo PP-Vox, quiere "que cuanto antes se ponga en marcha el proceso" para que haya gobierno en Extremadura.