La viuda del marqués de Griñón, Esther Doña, ha sido una de las invitadas estelares en la inauguración del hotel que Rafa Nadal ha abierto en Mallorca, en colaboración con la cadena Meliá Internacional, Zel Mallorca.

Muy elegante y contenta de la buena etapa que atraviesa, Esther, que tiene una relación nula con la familia de su marido, ha tenido, sin embargo, buenas palabras para una de sus hijastras: Tamara, que se casa el sábado 8 de julio en donde ella misma vivió con Carlos Falcó hasta su muerte, en marzo de 2020, en el palacete El Rincón.

Esther comenzó un romance con el juez Santiago Pedraz al año y medio de enviudar. Al poco de hacerse público que iban a casarse, él rompió con Esther de la noche a la mañana, por un mensaje breve y sin darle ninguna explicación sobre los motivos.

A la sorpresa por esta ruptura, siguió el rápido noviazgo del juez, de 64 años, con Elena Hormigos, quien a los tres meses anunciaba embarazo: Pedraz y ella serán hijos de un varón, cuarto hijo para él y primero para ella. Esther calificó este hecho de "irresponsabilidad" por parte del magistrado.

Europa Press

Actualmente, Esther ha comenzado a colaborar en el programa Y ahora Sonsoles.

Aunque tendrá menos vacaciones debido precisamente a este trabajo, Doña planea "descansar, ir a la playita, estar con amigos, pasarlo bien... un poquito de todo". 

Respecto a su situación sentimental, dice: "Por ahora estoy muy bien como estoy, estoy feliz y en un buen momento, pero bueno, nunca se sabe. Tengo ganas de verano y de pasarlo bien". Si el amor vuelve a llamar a su puerta, explica que "la primera sorprendida seré yo, pero eso nunca se sabe".

En relación con la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, Esther no estará entre los 400 invitados, como sí está el exmarido de su madre, Julio Iglesias (aunque no asistirá). Aun así, les desea "todo lo mejor, por supuesto".