Muchas urbanizaciones privadas de la Comunidad de Madrid se encuentran ultimando la nueva temporada de piscinas. Sin embargo, muchas de ellas se están encontrando con el grave problema de que no hay socorristas, una circunstancia que pone en peligro la apertura de muchas de ellas. Se estima que se necesitan más de 800 salvavidas para cubrir todas las vacantes.

La normativa actual de la Comunidad de Madrid obliga a que las piscinas cuenten siempre con un socorrista, que debe estar presente durante el horario oficial de apertura de esta, exceptuando a aquellas urbanizaciones con menos de 30 viviendas, en cuyo supuesto no es imprescindible.

El año pasado, la Consejería de Sanidad detectó que algunos jóvenes llegados de otros países --mayoritariamente de Perú o Argentina--, no reunían la formación necesaria para desempeñar este puesto de trabajo. Debido a esto, se publicó la Orden 1239/21 de 30 septiembre por la que regula la formación necesaria para prestar servicio de socorristas en las piscinas madrileñas. Esta obliga a los trabajadores de otras comunidades o países a hacer el curso de socorrista dentro de la propia región (el título adquirido fuera de Madrid ya no es válido).

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De acuerdo con la Asociación de Empresarios de Mantenimiento Profesional de Instalaciones Acuáticas (EMPIA) se trata de un problema recurrente durante los últimos años a causa de las trabas burocráticas, pero que este año se ha agravado aún más con nuevas legislaciones al respecto.

Por ejemplo, la Delegación de Gobierno (que es la encargada de tramitar los expedientes de los socorristas) exige ahora, además, una homologación de estudios mínimos, que suele durar "de 6 a 8 meses" y que se ha realizado "sin previo aviso", según denuncian desde la EMPIA.

En los próximos días, está previsto que esta asociación publique un escrito para exigir el levantamiento de estas trabas burocráticas que impiden a cientos de socorristas ejercer su labor en la región, en un verano que se prevé que volverá a tener cifras récord de calor. Fuentes de Sol aseguran que están trabajando en esta problemática y asegura que "ninguna urbanización" se quedará sin abrir por la falta de un socorrista.

Además de las trabas burocráticas, la falta de socorristas también se produce por los requisitos necesarios para hacer el curso acreditativo (edad mínima de 16 años, estar en posesión del título de la ESO, equivalente o Superior y superar los exámenes teóricos donde se reciba la formación). También influyen los bajos salarios, que hacen que los jóvenes no se muestren interesados en ejercer este trabajo.