Ya ha llegado el verano y con él las altas temperaturas, que nos afectan a nosotros, pero también a nuestras mascotas. Por eso, es muy posible que hayas pensado en llevar a tu perro a alguna fuente de agua para que juegue o se refresque.

Pero debes tener cuidado, porque esta práctica puede tener sus riesgos. Es lo que advierte la veterinaria Caroline Goulton en un reportaje publicado este sábado por el Mirror. 

Goulton insta a los dueños de perros a estar atentos cuando sus perros se refrescan en un río, y añade que en esta época del año, nunca debes dejarlos entrar en ciertos cuerpos de agua.

En concreto, Goulton dijo que debemos asegurarnos de que nuestro perro no nade en agua estancada cuando hace calor, ya que las temperaturas pueden hacer que las algas florezcan.

"Mantén a tu perro fuera del agua estancada debido al riesgo de que las algas azul-verdosas 'florezcan' en el clima cálido; los arroyos que fluyen suavemente son una opción mucho mejor en esta época del año", dice la doctora.

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Estas algas, también conocidas como cianobacterias, pueden ser fatales para los perros si las ingieren, lo que pueden hacer mientras nadan, o cuando se limpian después de nadar si se les queda atrapada en el pelaje.

Las algas pueden producir toxinas dañinas que impiden que el hígado de un perro funcione correctamente, y si un perro sobrevive al contacto con la bacteria, puede tener problemas de salud a largo plazo.

Además, Caroline Goulton también dijo que si llevas a tu perro a un río, debes tener en cuenta la velocidad con la que se mueve la corriente: "Asegúrate de que tu perro pueda regresar si lo llamas".

La veterinaria incluso compartió sus consejos para ayudar a los perros a sobrellevar el calor, ya que dijo que el golpe de calor ocurre con mayor frecuencia en los perros cuando la temperatura sube a más de 25 grados y puede provocar síntomas que incluyen jadeo excesivo, consumo excesivo de líquidos, vómitos e incluso convulsiones.

"Incluso si sientes que tu perro está sufriendo un golpe de calor o tiene demasiado calor, nunca debes sumergirlo en agua fría o lavarlo con una manguera", dice Goulton. 

"Refréscalo rociándolo con agua a temperatura ambiente (duchas) o mojándolo con toallas húmedas. Sin embargo, no dejes que las toallas los cubran y ofréceles mucha agua fresca para beber", concluye.