Como ya ha ocurrido en otros episodios de la historia, el mercado laboral experimentará una transformación en esta década, en la que se prevé que se creen 821.000 empleos para trabajadores de alta cualificación. La digitalización, el envejecimiento de la población y la transición medioambiental exigirán la creación de nuevos empleos, pero, en contraposición, acelerarán la obsolescencia o reducción de otras ocupaciones más tradicionales. Expertos en Inteligencia Artificial (IA), o ingenieros de energías renovables son ya perfiles cada vez más demandados, frente a los de sectores cuya actividad se automatiza con el avance de las tecnologías. 

Un estudio de Randstad Research y la Universidad CEU San Pablo identifica aquellos perfiles profesionales que más se irán necesitando en los próximos años, frente a las ocupaciones que, o bien desaparecerán, o bien requerirán mucha menos mano de obra. "Tanto la digitalización como la transición medioambiental han tenido, tienen y tendrán efectos en la creación y en la destrucción de empleo", incide la investigación Jóvenes universitarios y empleabilidad presentada este lunes. 

Por la digitalización, por ejemplo, ya hay muchos empleos nuevos, como especialistas en Internet de las cosas, ciberseguridad, IA o en Big Data. También incrementa la demanda de ingenieros en robótica, expertos en comercio electrónico, social media o Ingenieros FinTech en el sector financiero. Se trata de un fenómeno que, además, no solo influye en la creación de ocupaciones concretas, sino que también, y cada vez en mayor medida, creará muchos empleos de manera indirecta en otros sectores. 

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85 millones de empleos menos por la digitalización

Pero, igual que potenciará la aparición de nuevos oficios, la digitalización también vuelve obsoletos algunos empleos o reduce considerablemente su demanda "al automatizar una proporción importante de sus tareas", incide el estudio. Los datos revelan que los sectores más afectados podrían ser la hostelería, la industria manufacturera, el transporte y almacenamiento, la agricultura, el comercio al por menor, los servicios financieros, la construcción y la minería. Concretamente, algunos ejemplos de oficios que irán a menos en los próximos años, según la investigación, son los contables, auditores, técnicos de nóminas o analistas financieros. 

Respaldan esta hipótesis con datos del Informe sobre el Futuro del Trabajo del World Economic Forum, en el que se estima que entre 2020 y 2025 la digitalización ya habrá destruido aproximadamente 85 millones de empleos en el mundo, al tiempo que creará otros 97 millones "fruto de la nueva división del trabajo entre humanos, máquinas y algoritmos".

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Menos trabajo en sectores contaminantes

La misma tendencia se da por la transición medioambiental. La demanda de los llamados empleos verdes va creciendo por la necesidad de lograr "una economía cada vez menos contaminante y respetuosa con el medio ambiente". Así, se prevé que áreas como la eficiencia energética, las energías renovables, la movilidad sostenible, la gestión del agua o de recursos vayan necesitando más perfiles especializados. 

Pero, al igual que ocurre con la digitalización, "la transición medioambiental también destruirá empleos en los sectores más contaminantes", según subraya la investigación, que señala que las oportunidades de empleo en estos sectores serán cada vez menores, "y muchos de sus trabajadores tendrán que reciclarse en otros de menor impacto medioambiental". 

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Por otra parte, la pandemia y el proceso de envejecimiento de la población favorece un incremento de la demanda de las profesiones del campo de la salud. Titulaciones como Medicina, Enfermería y otras del ámbito sanitario, que actualmente cuentan con una tasa de desempleo casi nula, lo que, según el estudio "indica que no hay una abundancia de estos profesionales". 

El estudio ofrece también un mapa de ocupaciones en auge y sus estudios equivalentes: grado en Informática para quien quiera ser experto en IA, o Ingeniería para los ingenieros de renovables. Sin embargo, incide la investigación, "titulación no es sinónimo de perfil profesional". Randstad y la CEU San Pablo subrayan que muchas veces no es suficiente con albergar un título universitario, sino que es necesario además algún tipo de formación complementaria especializada o experiencia laboral. 

Además, añaden, pese a que la digitalización ha disparado el empleo en el sector de la programación, consultoría y otras actividades relacionadas con la informática, su peso en el empleo es, por ahora, residual. "Por ello, a pesar de la alta empleabilidad de los nuevos perfiles asociados a la digitalización, la mayor parte del empleo que se creará en los próximos años será previsiblemente en otros sectores diferentes al digital", inciden.