Sale a la luz la última foto pública de Silvio Berlusconi tres días antes de su muerte: deteriorado pero sonriente

El ex primer ministro italiano, Silvio Berlusconi.
Europa Press

Eran aproximadamente las dos de la tarde del pasado viernes 9 de junio cuando el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi entraba por la puerta del restaurante 'Maximilian Bistrot', ubicado en el Palazzo dei Cigni, donde se encontraban antiguamente las oficinas de Mediaset en Milán. Allí le tomaron una fotografía con el hijo de Massimiliano Albanese, dueño del local, sin saber que sería su última foto pública, según dio a conocer el diario Corriere della Sera.

En la imagen se observa a Berlusconi vestido con camisa y chaqueta de color oscuro, en la que destaca el pin de su partido, Forza Italia. Se encuentra sentado abrazando al hijo de Albanese. Berlusconi sonríe, pero se aprecia visiblemente cansado y deteriorado como consecuencia de la leucemia que padecía. "Se sentaba en una mesa con vistas al lago y comía carámbanos. Estaba agotado, se le notaba, pero aún tenía fuerzas para bromear y saludar a todo el mundo. Incluso a mi hijo de 7 años", contó el dueño del restaurante al citado medio italiano. Estaba acompañado de su pareja, Marta Fascina y se comió varios helados.

El luto nacional causa controversia

Por otro lado, la decisión del Gobierno italiano de decretar este miércoles una jornada de luto nacional, en coincidencia con los funerales de Estado en la catedral de Milán por Berlusconi está generando polémica en el país. Más de 10.000 personas han firmado en pocas horas una petición online en apoyo del rector de la Universidad para Extranjeros de Siena (centro), que ha decidido no izar a media asta las banderas del centro educativo como ha ordenado el Ejecutivo de centroderecha, mientras varios miembros de la oposición progresista han mostrado su rechazo y han calificado la orden de "inadecuada".

En el comunicado remitido a la comunidad universitaria el rector Tomaso Montanari indicó que el fallecimiento de Berlusconi no obliga "a santificaciones hipócritas". Además, expresó que el magnate "dejó su huella en la historia, pero lo hizo dejando al mundo y a Italia mucho peor de lo que él los encontró". El rector menciona "las relaciones con la mafia", "el desprecio a la justicia" o "la mercantilización de todo (empezando por el cuerpo de las mujeres, en sus programas de televisión)". Por último añade que "Cada uno obedece en última instancia a su conciencia, y una universidad que se doblega ante una historia así no es una universidad".

La oposición tampoco tardó en reaccionar y manifestar su opinión al respecto. La exministra Rosy Bindi del Partido Demócrata (PD) afirmó a la televisión pública italiana que "los funerales de Estado están previstos y es justo que los haya, pero el luto nacional por una persona divisiva como era Berlusconi no es, en mi opinión, una elección adecuada". Por su parte, el senador Andrea Crisanti, que pertenece a la misma formación, también se mostró en contra de los funerales de Estado y del luto nacional. En concreto, los consideró "inapropiados" y recordó que algunas acciones de Berlusconi "no representaron al Estado que representaba", como "cuando evadió impuestos y defraudó al fisco" o "cuando, quizás por descuido, tuvo entre sus empleados a una persona afiliada a bandas mafiosas".

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