El secreto mejor guardado de Biden: ¿a quién apadrinará para dirigir el futuro de la OTAN?

De izq a dcha: Rutte, Fredricksen y Sánchez
De izq a dcha: Rutte, Fredricksen y Sánchez
Carlos Gámez
De izq a dcha: Rutte, Fredricksen y Sánchez

La importancia de la OTAN se ha multiplicado en los últimos tiempos. La invasión rusa de Ucrania ha puesto a la Alianza Atlántica en el primer plano de nuevo, y su liderazgo ha pasado a ser uno de los puestos más cotizados. El actual secretario general, Jens Stoltenberg, termina este año su mandato, alargado precisamente por la guerra, y se le busca un sustituto o sustituta de garantías que además tiene que contar con la validez de quien lidera de facto la organización: Estados Unidos. 

Así, el dirigente noruego y el presidente estadounidense, Joe Biden, ya parecen haber activado el proceso con la mirada puesta en la cumbre de Vilna de los próximos 11 y 12 de julio, para cuando quizás tendría que estar el nombre elegido. La lista se va acortando y los rumores se suceden casi ya contrarreloj.

Las fuentes consultadas por 20minutos apuntan al primer ministro neerlandés, Mark Rutte, como un nombre con muchas papeletas, sobre todo a partir de haber reforzado precisamente la relación entre Países Bajos y la Casa Blanca a raíz de una competición común en el sector de los semiconductores frente a China. Amsterdam siguió las políticas de Washington para poner coto al desarrollo del gigante asiático en este asunto. Rutte es además uno de los mandatarios europeos que más tiempo lleva en el cargo, desde 2010, compartiendo mesa con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán.

No obstante, hay un nombre que suena con más fuerza y es el de Mette Frederiksen. Una de las premisas es que fuera una mujer la siguiente en ocupar el mando de la OTAN, y la primera ministra danesa cuenta con muchos valedores. Estrenó el pasado mes de diciembre un nuevo Gobierno en coalición con moderados y liberales, después de haber compartido gabinete con socios de izquierdas durante la pasada legislatura. 

Una de las primeras medidas anunciadas por el Ejecutivo fue el aumento de gasto en Defensa y, además, Dinamarca entró hace justo un año en la política de Defensa común de la Unión Europea, rompiendo con una cláusula de salida que desde hace 30 años mantenía fuera al país en misiones y programas militares comunitarios. Si Frederiksen es la elegida se completarían tres mandatos seguidos con nórdicos en el cargo: el danés Anders Fogh Rasmussen, Jens Stoltenberg y la propia Frederiksen.

Quien también quiere dar el salto a la Alianza Atlántica es Ben Wallace. El ministro de Defensa del Reino Unido busca coger impulso gracias al enorme apoyo de su país a Ucrania, y tiene buena prensa en los cuarteles generales de la Alianza, pero la inestabilidad política británica de los últimos tiempos no es un elemento que vaya en su favor. Su nombre suena más por el peso de Londres que por el propio perfil que él marca.

Con estos nombres, a los que se añaden ya con menos ruido los de Pedro Sánchez, la primera ministra estonia Kaja Kallas o la ex primera ministra finlandesa, Sanna Marin -que apunta a dar el salto a la UE- empiezan a verse las posiciones de los países. El diario Politico asegura que el nombre de Wallace no gusta en Bruselas porque los 27 quieren que la Alianza la lidere una persona ligada directamente a uno de los Estados miembros de la UE, algo que elevaría a Frederiksen (pero también a otros perfiles llegado el caso). Además, Estados Unidos parece poner sobre la mesa otra condición: que sea un o una ex premier quien ocupe el cargo, lo que también descartaría al británico.

Estados Unidos tiene que dar la bendición más importante, pero no es la única a la que se le da valor en la elección. Entra en juego entonces el factor Turquía. La situación con el país ahora mismo en la Alianza -pues Ankara bloquea la adhesión de Suecia- hace que su peso sea decisivo, por lo que tendrá que validar también al sustituto o sustituta de Stoltenberg, con una voz especial. Vilna decidirá dentro de solo un mes.

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