Tras diez días frenéticos, por fin este sábado hubo fumata blanca y Podemos se integró en Sumar. Pero el precio que tanto la formación morada como la coalición liderada por Yolanda Díaz puede ser muy alto, después de que, en la recta final de la negociación, cayeran las caretas: lo que importan son los asientos.

El principal punto de disensión en las negociaciones era la presencia de Irene Montero en las listas. Sumar la vetó, consciente de que su presencia no haría otra cosa que ser antónimo del nombre de la coalición y para Podemos, la presencia de la todavía ministra de Igualdad, era irrenunciable. Este viernes se firmó el acuerdo y las posturas siguen enfrentadas: los morados siguen insistiendo y Díaz no quiere volver a oír hablar del tema.

Este sábado por la mañana, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, mandó una carta a la militancia dando explicaciones. En ella, Belarra dice que no aceptan el veto a Montero, quien "ha llevado los avances feministas en nuestro país más lejos que nadie antes".

Para la política navarra, la ministra de Igualdad es "su principal activo electoral" y dijo que lo que hicieron el viernes fue "firmar sin acuerdo la coalición electoral con Sumar", un "error" que pretenden que se modifique antes del 19, que es cuando tienen que estar configuradas las listas con los nombres de todos los candidatos.

Belarra no es la única que ha hablado. La secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge, ha dicho que la exclusión de Montero es "un error político de manual" y que manda un mensaje de "disciplinamiento del movimiento feminista de las mujeres y del conjunto de la sociedad que quiere implicarse en política".

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Finalmente, Verstrynge ha pedido a Yolanda Díaz que reconsidere su posición respecto a la ministra de Igualdad.

También Pablo Echenique manifestó sus lamentos tras ser uno de los purgados por la nueva coalición. El portavoz parlamentario de Podemos lo hizo el domingo, y admitió que se queda fuera de las listas por los vetos "con nombres y apellidos" impuestos por el equipo de Yolanda Díaz.

En un comunicado, Echenique ha explicado que "el equipo negociador de Sumar dejó claro desde el primer día que era absolutamente imposible" que él pudiese encabezar la lista en la provincia de Zaragoza. "Era el único puesto por el que tenía sentido que yo pudiera concurrir y único escaño con probabilidades de salir en Aragón el 23 de julio", ha subrayado en un mensaje con tono de despedida.

Iglesias: "No hacía falta golpear así"

El que no podía faltar es precisamente el marido de Montero, Pablo Iglesias, que aunque no tiene ningún cargo en Podemos sigue marcando el ritmo de la formación desde el punto de vista programático, estratégico e ideológico.

En un artículo en CTXT, el exlíder de Podemos dijo que "no hacía falta golpear así a una figura crucial de la izquierda y del feminismo". Iglesias dijo que Yolanda Díaz no es consciente "aún del error político que comete imponiendo su veto a Montero" y que "está decepcionando a demasiada gente a cambio del buen trato que hoy le siguen dispensando los medios".

Para el otrora líder del partido de extrema izquierda, dejar a su esposa sin escaño es un "error político que puede comprometer las cada vez más escasas opciones que tenemos de evitar un gobierno del PP y de su escisión ultra".

"Es indudable que estas son para la izquierda las elecciones de Sumar y de Yolanda. Y es obvio que piensan que la clave de tener éxito es dejar claro que son una izquierda muy diferente a Podemos y que, por eso, hay que 'matar' políticamente a Irene", dice Iglesias en su artículo.

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Para ganar el poder, dice Iglesias, "no hacía falta golpear así a una figura crucial de la izquierda y del feminismo que ha demostrado algo poco frecuente en política y necesario para la izquierda: valentía".

A su juicio, Yolanda Díaz está "imponiendo su visión sin contemplaciones, confiada quizá en los apoyos mediáticos" y "se equivoca al hacerlo", aunque aún está tiempo de rectificar y "ojalá lo haga", espera.

El político de ultraizquierda considera que personas del entorno de Díaz "que en nada simpatizan con Podemos, tratan de advertirle que está comprometiendo sus propios objetivos políticos al asumirse a sí misma como ejecutora final de una violenta campaña orquestada desde los más siniestros aparatos de las derechas mediática, judicial y política".

"Ione, Irene y toda la dirección aciertan al poner por delante de nuestra propia dignidad como partido, la urgencia de que, al menos, haya alguna posibilidad de que la llegada de los bárbaros, que esperamos congregados en el foro, no sea inevitable", concluyó Iglesias.

Pero estas insistentes quejas de Podemos no parece que hagan mella en Sumar. Fuentes de la coalición han dicho que no habrá cambios en las listas y que los equipos están constituidos sin posibilidad de cambios.