Corremos a la vez que hablamos por teléfono. Contestamos a un correo mientras comemos. Escuchamos la música de fondo cuando leemos. En una sociedad en la que parece que debamos estar disponibles 24/7 y sumisa en un bombardeo de estímulos imparable, el multitasking o la multitarea parece la única opción para seguir el ritmo y estar a la altura. Habilidad no sólo apreciada sino alabada por la satisfacción de conseguir abarcar más cosas y sentirnos superhumanos. ¿Pero es la multitarea lo óptimo?

Como ya defendió el psicólogo Kahneman, nuestra capacidad de atención es limitada. "El cerebro está programado para pensar conscientemente en una sola cosa", afirma el neurocientífico Earl K. Miller. Al realizar múltiples tareas a la vez, se distribuye entre ellas en función de su exigencia. Pudiendo leer y escuchar una canción a la vez, pero no con la misma calidad que si lo hiciéramos por separado.

La multitarea priorizara la cantidad en detrimento de la calidad. Gloria Mark, doctora en psicología por la Universidad de Columbia, Estados Unidos, defiende que, al centrarte en una tarea, pierdes el foco en la otra. Lo que sucede es un cambio muy rápido de tu atención de una tarea a la otra. Un intercambio fluido pero no sin consecuencias. Según el neurocientífico Daniel Levitin la multitarea es una "carga para el cuerpo", pues el cambio constante requiere de un esfuerzo adicional. Alternar una actividad con otra consume energía de una manera más rápida que cuando se centra en una sola tarea. El cerebro está diseñado para enfocarse en una sola cosa. Ir contra natura y pretender controlar varias variables a la vez altera su buen funcionamiento.

La multitarea priorizara la cantidad en detrimento de la calidad

Entorpecer su manera natural de proceder aumenta la presión arterial y el ritmo cardiaco y puede derivar en estrés, irritabilidad, agotamiento y ansiedad; limitando capacidades como la regulación emocional, la memoria o los ciclos del sueños, entre otras. Todo ello perjudica no sólo la productividad, sino el bienestar físico, cognitivo, mental y emocional. Asimismo, investigadores de la Universidad de Sussex descubrieron que la multitarea podría dañar la parte del cerebro responsable de la inteligencia emocional -la corteza cingulada-.

Disfrutamos más y, por ende, somos más felices cuando entregamos tiempo y dedicación a una actividad. Que nuestro objetivo sea centrarnos en una sola para no realizarla únicamente sino fluir en ella, sin permitir que las distracciones interrumpan nuestro disfrute ni nuestra paz.