Las autoridades militares ucranianas han denunciado a primera hora del martes la voladura de la presa de Kajovka, situada en el río Dniéper a su paso por la provincia de Jersón, en el sur de Ucrania, lo que ha obligado a iniciar la evacuación de urgencia de los habitantes de la zona afectada.

El alcalde de la ocupada localidad ucraniana de Nueva Kajovka, en la región sureña de Jersón, Vladímir Leontiev, ha comentado que alrededor de las 02.00 horas local (23.00 GMT), "se llevaron a cabo una serie de ataques en la central hidroeléctrica de Kajovka, que destruyeron las válvulas", según recoge la agencia oficial TASS. El nivel del agua en el municipio ha alcanzado los cuatro metros y podría subir a su nivel máximo dentro de cinco horas, inundando toda el área y arrastrado 300 casas debido a la descarga de agua. 

Pese a las ya visibles inundaciones, Leontiev sostiene que aún no hace falta evacuar a los habitantes y asegura que las autoridades del municipios ya están trabajando. "Nos estamos preparando para las peores consecuencias, pero esperamos que no sucedan. No hay pánico, no hay una amenaza terrible", recalca.

Según los servicios de emergencia rusos, el ataque fue efectuado con sistemas de lanzamiento múltiple Alder de Ucrania, destruyendo 11 de las 28 válvulas de la central hidroeléctrica. A lo largo del día, 80 localidades podrán verse afectadas por la inundación, de acuerdo con TASS.

"El pico de la crecida se espera en dos horas. Unas 16.000 personas se han visto afectadas por la voladura", ha comentado Tymofiy Mylovanov, presidente de la Escuela de Economía de Kiev.

Las fotos del desastre tras la voladura de la presa de Kajovka en Ucrania

Por su parte, las autoridades militares ucranianas acusan al Ejército ruso de este ataque, el cual han denominado de "terrorista". El jefe de la oficina presidencial ucraniana, Andriy Yermak, ha calificado la voladura de la presa de "crimen de guerra" y "ecocidio". "Los rusos serán responsables de la falta de agua potable para la gente del sur de la región de Jersón y de Crimea, por la posible destrucción de algunas localidades y de la biosfera", añade en sus declaraciones.

Asimismo, el jefe de la oficina presidencial ucraniana ha informado de que se celebrará un Consejo Nacional de Seguridad urgente, convocado por parte del presidente del país, Volodímir Zelenski, quien ya se ha pronunciado al respecto de lo ocurrido en Nueva Kajovka.

"La destrucción de la central eléctrica de Kajovka solo confirma al mundo entero que los rusos deben ser expulsados de todos los rincones del territorio ucraniano", ha escrito Zelenski en su cuenta de Telegram, junto a un vídeo del desbordamiento del agua de la presa que ya se ha viralizado en Ucrania.

El presidente de Ucrania apunta también en su comunicado que "solo la victoria de Ucrania devolverá la seguridad" al país. "Los terroristas no serán capaces de parar a Ucrania ni con agua, ni con misiles ni con nada", concluye.

Quien también atribuye a Rusia esta voladura de la presa es el asesor de la oficina presidencial ucraniana, Mijailo Podolyak, quien apunta que el "propósito" de los rusos es "obvio". "Crear obstáculos insalvables en el avance ucraniano, tomar la iniciativa informativa y ralentizar un final justo de la guerra", enumera en un tuit a la vez que comparte un vídeo de lo ocurrido.

Sobres las consecuencias de este suceso, el asesor de la oficina presidencial asegura que "muchas localidades serán destruidas" y "el medio ambiente sufrirá daños colosales". Según Podolyak, los efectos del desbordamiento se sentirán "en un vasto territorio".

Así pues, se ha referido a esta voladura como "otro crimen premeditado que comete Rusia en el siglo XX". "Rusia debe ser reconocida inmediatamente como un país terrorista, con todas las consecuencias legales", recalca en su comunicado.