Salarios y beneficios empresariales mantienen el pulso de la recaudación fiscal pese al frenazo del IVA

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, interviene desde su escaño en el Congreso.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, interviene desde su escaño en el Congreso.
EDUARDO PARRA / EP
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, interviene desde su escaño en el Congreso.

El crecimiento del empleo y la inflación han regado las arcas públicas con miles de millones de euros extra en el último año y medio. Los ingresos fiscales han registrado un boom con crecimientos a doble dígito que el Gobierno ha aprovechado para invertir en medidas de apoyo económico y para reducir déficit. Sin embargo, este auge en la recaudación tributaria vivido en 2022 ha ido perdiendo fuelle en el arranque de 2023 a medida que la inflación se reducía y el consumo de los hogares se debilitaba. Pero gracias al inesperado vigor del empleo, al crecimiento de los salarios y a los beneficios empresariales, los ingresos fiscales están logrando mantener el pulso.

El último informe de recaudación tributaria publicado este miércoles por la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) refleja que, hasta abril, los ingresos procedentes de impuestos ascienden a 97.292 millones de euros medidos en términos homogéneos. Son 5.650 millones de euros más que en el mismo periodo de 2022, o lo que es lo mismo, un incremento del 6,2%. 

Aunque el crecimiento de la recaudación se ha frenado considerablemente —en el arranque de 2022 ascendía al 14%— los ingresos han mantenido la pujanza estos primeros cuatro meses gracias a los recursos que han aportado el IRPF y el impuesto de Sociedades. 

El IRPF ha dejado en las arcas públicas del Estado 43.469 millones hasta abril, un 10,7% más en comparación con el mismo periodo de 2022 y una tasa muy similar al 12,7% que se registraba a estas alturas del año pasado. La Agencia Tributaria atribuye este dato al "dinamismo que muestran las retenciones sobre rentas del trabajo y actividades económicas".

En concreto, señalan el crecimiento del empleo y el incremento del salario medio como los dos grandes culpables. Conviene recordar que los ingresos por IRPF están muy vinculados al crecimiento del empleo y de los salarios. Cuantos más trabajadores hay tributando y mejor sea su retribución, mayor es la recaudación.

El aguante de la recaudación se ha visto impulsado también gracias a los fuertes ingresos procedentes del impuesto de Sociedades —el que grava los beneficios que obtienen las empresas en España—. El primero de los tres pagos fraccionados de este gravamen se produce en abril y ha dejado unos ingresos de 9.263 millones de euros, la mayor cifra jamás recaudada por este tributo en abril

Los ingresos por Sociedades se han incrementado un 26% interanual gracias fundamentalmente a un aumento de los beneficios empresariales del 18% en el primer trimestre. Con el sector bancario y el energético como los principales contribuyentes.

La otra cara de la moneda está en el IVA, que se está viendo muy afectado por el escaso tirón del consumo de las familias, cada vez más lastrado por la inflación y el encarecimiento de las hipotecas. Hasta abril, los ingresos procedentes del IVA han aportado 34.549 millones a las arcas públicas, apenas un 1,7% más que el nivel registrado a estas alturas de 2022. Como punto de comparación, en el arranque de 2022 la recaudación por IVA se había disparado un 20,2% impulsada por la fuerte inflación y por el consumo de los hogares.

En este sentido, la Agencia Tributaria reconoce que "la menor intensidad de las subidas de precios, acentuada por el hecho de que algunos de los productos con mayor incremento en sus precios han visto rebajado su tipo de IVA", ha jugado un papel clave en los ingresos. Aunque, sin duda, también lo ha hecho el consumo de los hogares, que acumula ya dos trimestres consecutivos reduciéndose.

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