Las relaciones comerciales entre España y Cuba se intensifican. La Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Madrid y su organismo equivalente de la República de Cuba han firmado un acuerdo para impulsar acciones de cooperación entre los dos países y fomentar las relaciones comerciales y de inversión entre sus empresas. Con motivo del acuerdo, el Palacio de Santoña (Madrid) ha celebrado este lunes un foro empresarial organizado por la Cámara madrileña en el que se han expuesto las principales oportunidades de negocio entre ambos países.

"Cuba es un país con una política exterior muy activa", ha explicado Eva Serrano, la vicepresidenta primera de la Cámara madrileña; "y en los últimos años ha intensificado los negocios tanto con sus socios más tradicionales como con el resto de la comunidad internacional". Serrano subraya, sin embargo, que "la UE sigue siendo el principal socio exportador comercial de Cuba", y recalca que el acuerdo de diálogo político y de cooperación pactado en 2015 entre España y la isla, y que se firmó en 2019, fomentó su "relación de amistad".

"El esfuerzo, la dedicación y la voluntad entre estos países hace que se impulsen sus relaciones en los sectores del mismo interés", ha afirmado Marcelino Medina, embajador de Cuba en España, que menciona de forma expresa los sectores de la alimentación, el turismo y el petróleo. Además, ha incidido en los esfuerzos que está haciendo su país para "reactivar sus servicios" tras el fin de la pandemia de Covid.

"Nuestra relación con España es fundamental", asegura Antonio Luis Carricarte, presidente de Cámara de Comercio cubana: "Es el tercer socio comercial de Cuba, cuarto en emisión de turismo, primer inversionista extranjero y cuenta con 256 oficinas de representación comercial". Admite que el coronavirus dejó una "situación compleja" en la economía del país que ahora está iniciando una "recuperación gradual" apoyada en el Plan Nacional de Desarrollo 2030 —alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible— que busca una "transformación productiva que cambie su inserción en el mercado internacional y que convierta a Cuba en un hub logístico".

Para ello, el país cuenta el crecimiento de las "más de 7.000 pymes que alivian la economía cubana y de una inversión extranjera de más de 300 negocios y 708 oportunidades de negocios divididas principalmente en 197 proyectos para alimentos; 130 para el turismo; 128 para energías renovables; y 116 para petróleo".

La Cámara de Cuba pide a los empresarios españoles apoyo para "potenciar las energías renovables destacando la bioeléctrica, la eólica, la solar fotovoltaica y los circuitos impresos del intercambiador de calor; fomentar el turismo a través de la construcción y comercialización de capacidades hoteleras, parques temáticos y marinos, desarrollo de balnearios; e impulsar la agricultura con carne de cerdo y de pollo, piensos y frutas y vegetales, y agroindustria con la producción de café".

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"Se necesita un buen producto de servicio, buscar un valor diferencial de los demás países y ser honestos con lo que se ofrece", matiza, sin embargo, Antoni Pons, director general de DISSET, una consultora de comunicación de servicios globales y soluciones avanzadas para el sector turismo, al exponer cómo hacer negocios con Cuba. El empresario considera que hay unas claves "muy importantes" que se deben de seguir: "paciencia, prudencia y perseverancia". "Con estas 'tres P', se consigue un cambio normativo que facilita los negocios extranjeros".

"Hay que saber identificar al socio, quedarse con el que mejor relación se genere y seguir la nueva normativa de las asociaciones internacionales económicas, que desburocratizan y facilitan la inversión extranjera", dice Pons, que cree que Cuba es un "país lleno de oportunidades". "Francia e Italia están ganando terreno", asegura, algo que hace que, a España, líder en estas relaciones comerciales, "le estén pisando los talones".

Ángela Farfán, directora general de TRECOM, empresa experta en fabricación, comercialización, distribución y representación de repuestos e implementos para máquinas de obras públicas, minería y agricultura que lleva 25 años trabajando en Cuba, apoya las 'tres P' de Pons, pero matiza en que "hay que echar raíces para tener oportunidades". Y pone como ejemplo su propio caso: "Yo no soy española, soy peruana y eché raíces en Aragón con mi empresa".  Señala así que "la gente y la educación" son activos importantes en Cuba y que "el negocio no es solo una vez, hay que saber quedarse para ofrecer más. Lo ideal es tener un socio serio con casa".