Los saltos al hiperespacio y los viajes interplanetarios con naves a toda velocidad: ¿Tan cerca están los planetas en Star Wars?

Star Wars
Star Wars
Disney+
Star Wars
El universo expandido de Star Wars está más extenso que nunca. Para bien o para mal, el aluvión de material de esta saga es un no parar.
Externos

El universo expandido de Star Wars está más extenso que nunca. Para bien o para mal, el aluvión de material de esta saga es un no parar. Para muchos es un producto quemado y que ya no puede aportar nada más, mientras que para otros sirve para enriquecer un mundo de ciencia-ficción y fantasía intergaláctica.

Desde su primera película en 1977, Star Wars ha ido ampliando su universo sin parar hasta la última, estrenada en 2019. Estas historias han sido complementadas con otra tanda de productos de Star Wars con series como “El Mandaloriano” o “Rebels”, o películas puntuales fuera de las trilogías como “Rogue One”, que subieron el listón de calidad contentando a los fans y dieron más detalles y contexto a la historia principal.

Pero este universo no sólo se ha expandido en la gran pantalla. El mundo del videojuego también ha tenido un producto sobresaliente con la saga “Battlefront” que durante años ha saciado las ansias de recrear esas épicas batallas en escenarios como Tatooine, Coruscant o Kashyyyk desde tu videoconsola. O, también, como en el videojuego “Star Wars: Fallen Order”, donde manejamos a Cal Kestis, un jedi superviviente de la Orden 66 interpretado por Cameron Monaghan.

Star Wars
Star Wars
Disney+

Y qué mejor momento que aprovechar el reciente estreno de su secuela “Star Wars: Jedi Survivor” para hablar de uno de los aspectos característicos de Star Wars: Los saltos al hiperespacio. Esos viajes interplanetarios con naves que superan la velocidad de la luz y que tardan muy pero que muy poco en llevarte de una punta a otra de la galaxia.

En el primer videojuego,“Star Wars: Fallen Order”, tenemos el ejemplo claro cuando durante las pantallas de carga entre los viajes de un planeta a otro, Cal Kestis y sus amigos tardan apenas unos segundos en llegar a su destino. Y es en este punto donde surgen ciertas preguntas:

¿Tan cerca están los planetas entre sí en esa galaxia? ¿Los saltos al hiperespacio se pueden realizar desde cualquier punto a otro? ¿Es como pisar un súper acelerador y ya está?

Hiperespacio, el atajo interplanetario

Llegar rápido en Star Wars tiene truco, ya que ellos usan el hiperespacio, una dimensión del espacio-tiempo únicamente accesible superando la velocidad de la luz. Para llegar a esas velocidades las naves disponen de un hipermotor, un sistema particular que permite llegar a esas velocidades usando unas partículas inventadas llamadas “Hipermateria”.

La realidad, como siempre, suele ser un poco menos espectacular. Las velocidades cercanas a la velocidad de la luz, unos 300.000 kilómetros por segundo (Imagina recorrer la península ibérica de norte a sur 300 veces en un segundo) son complicadas de conseguir y para nada buenas para el ser humano. Lo primero, acelerar desde el reposo hasta esa velocidad te destrozaría entero. Los astronautas tienen que entrenar una barbaridad para aguantar aceleraciones que les permitan llegar a velocidades de Mach 33, unos 40.000 km/h.

Un estudio de la NASA analizó a diferentes personas que, sentadas en una máquina centrífuga, fueron aceleradas durante 30 segundos a 7gs. El resultado fue que, sin trajes especializados, sólo 3 de los 24 sujetos aguantaron la prueba, mientras que con trajes especializados la cifra aumentó a 16 de 24.

Sin tener en cuenta que en realidad es imposible alcanzar la velocidad de la luz, si se diera el caso de que pudiéramos acelerar de forma lineal hasta esa velocidad, acelerando a 7gs tardaríamos 1 mes y medio en llegar a igualarla. Un mes y medio acelerando SIN PARAR. Definitivamente, no sale rentable querer ir tan rápido.

Un planeta, una ciudad

Otro aspecto muy curioso del universo de Star Wars es que da igual que un planeta sea enorme porque, a priori, toda su actividad se realiza en una ciudad o, a lo sumo, un terreno un poco extenso.

Siempre que una nave o un transporte quiere llegar a cierto planeta van a un punto en concreto donde no parece que exista nada más alrededor. Coruscant es un planeta ultratecnológico, pero parece que no hay nada más allá que la zona del consejo Jedi, el tribunal o los aledaños. Tatooine es un planeta desierto pero todo se centra en un pequeño poblado esclavo. Sí, son cosas de la trama y son necesarias, pero sería como imaginar que toda la actividad económica de nuestro mundo se diese total y únicamente en la península ibérica (siendo optimistas, porque se podía haber optado por una ciudad grande).

Planeta Coruscant Fuente: Disney+
Planeta Coruscant Fuente
DISNEY +

Nuestro mundo tiene una superficie de 510 millones de kilómetros cuadrados mientras que la península ibérica tiene unos 583 mil kilómetros cuadrados. Eso quiere decir que el 0,11% del planeta sería “útil” para la trama de Star Wars. Si por algún casual una nave averiada cayese fuera de esta superficie tendrías un 99.88% de probabilidad de caer en un páramo inútil.

Todo a tiro de piedra

Está claro que, tal y como hemos visto, el hiperespacio ataja mucho en distancias interplanetarias. Si una nave quiere llegar a casi la otra punta de un sistema o de una galaxia simplemente tiene que estar viajando por esa otra dimensión un breve periodo de tiempo… Y ya estaría. Eso da una equivocada sensación de cercanía, ya que se ha mencionado en películas que algunos de los destinos a los que quieren ir los protagonistas se sitúan muy pero que muy lejos. Y eso se sabe porque en Star Wars no se usan unidades inventadas, sino que se utilizan medidas que los astrofísicos y astrónomos de nuestro mundo usan de forma cotidiana.

Situándonos poco a poco. Nuestro planeta, la Tierra, es el tercero del Sistema Solar, que está formado por Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Urano y Neptuno (Plutón ya no). Todos estos astros giran alrededor de una estrella, el Sol. La distancia que hay entre la Tierra y el Sol es de unos 150.000.000 de kilómetros. Estos números, al ser tan grandes, conviene reducirlos a otra unidad más manejable. Si alguien mide 1,70 metros no vas a decir que mide 1700 milímetros. Es más intuitivo cambiar a una unidad adecuada. Por eso en estos escenarios se utiliza la Unidad Astronómica (UA), que es la distancia a la que se encuentra la Tierra del Sol. De esta manera sabemos que Marte, por ejemplo, se encuentra a 1,52 UA o que Júpiter está a 5,2 UA del sol.

Aquí llega la unidad que utilizan en Star Wars, el pársec, que se define como “la distancia a la que 1 UA subtiende un ángulo de un segundo de arco”. Así de primeras, puede no entenderse nada, así que es mejor visualizarlo con un dibujo.

Pársec
Pársec
CC BY-SA 3.0

Un pársec (pc) es la distancia a la que habría que observar la órbita entre la tierra y el sol cuando el ángulo que hay entre ambos astros es de un segundo de arco (1’’), es decir, unos 0,000277778 grados. Sí, es un ángulo muy pequeño, pero los pársec se utilizan como una medida típica en astronomía y astrofísica para situar cuerpos celestes muy lejanos, distancias “pequeñas” en la Vía Lactea o incluso para determinar distancias entre galaxias.

También se suele utilizar el año-luz, que es el camino que recorrerías si fueses durante un año a la velocidad de la luz. Por eso, para situar más o menos la relación entre estas dos unidades, 1 pársec sería aproximadamente 3,26 años-luz.

El fallo del corredor de Kessel

Han Solo en “Una Nueva Esperanza” afirmó que pudo recorrer el Corredor de Kessel, una ruta de contrabando de 18 parsecs, en menos de 12 parsecs. Esto se tachó como un error ya que se consideró que habían tomado los parsec como unidad de tiempo y no de distancia, pero nada más lejos de la realidad. Lo que afirmaba Han Solo es que había encontrado una ruta más corta aprovechando los agujeros negros que había por el Corredor de Kessel reduciendo la distancia la friolera de 19,56 años-luz. ¡Solo podría haberlo hecho él!

Lo peculiar en Star Wars es que se está usando una medida que toma como referencia la distancia entre la tierra y el sol de nuestro sistema solar para definir distancia, cuando en realidad se podría usar cualquier forma de medir, que tienen un montón de sistemas por toda la galaxia, suponiendo que cada uno tiene su propio sistema de medida y metrología. Sí, podemos sacar mucha punta a este tema, pero sería ponerse demasiado quisquilloso. Es mejor dejarse llevar disfrutando de esta franquicia y del nuevo juego “Jedi Survivor”, que seguramente las pasaremos canutas con Cal Kestis y con todas las amenazas que hay en unas galaxias muy, muy lejanas. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento