El cáncer colorrectal se dispara entre la gente joven: "Antes, la causa más probable era la genética; ahora vemos un patrón diferente"

El cáncer colorrectal se dispara entre gente joven y disminuye en los mayores
El cáncer colorrectal se dispara entre gente joven y disminuye en los mayores
Carlos Gámez
El cáncer colorrectal se dispara entre gente joven y disminuye en los mayores

El famoso compositor francés Claude Debussy, uno de los más influyentes de finales del siglo XIX y principios del XX, tenía apenas 46 años cuando le diagnosticaron el cáncer colorrectal del que falleció. Fue la misma enfermedad que décadas más tarde acabaría llevándose a Pau Donés, Pelé, Hugo Chávez o Miguel Delibes a distintas edades. Ahora, diferentes estudios internacionales advierten del aumento de casos de esta patología entre los menores de 50, mientras descienden entre las personas mayores.

Desde la década de 1990, la prevalencia entre quienes no han cumplido la cincuentena se ha incrementado a un ritmo "alarmante" del 2 al 4% anual en muchos países, con subidas incluso superiores en gente por debajo de los 30, de acuerdo con un estudio del Instituto Oncológico Dana-Farber, en Boston (Estados Unidos) liderado por Kimmie Ng y Marios Giannakis y publicado el pasado marzo en la revista Science. "Esto ocurre a pesar de la reducción de la incidencia general del cáncer colorrectal, probablemente atribuible a la mejora del cribado y la prevención en personas mayores", de acuerdo con los actores. 

Esta tendencia también la ha detectado Reyes Ferreiro, médica oncóloga del Hospital Ramón y Cajal de Madrid. "La edad media del cáncer de colon está en torno a los 68 años. Ahora bien, en estas décadas y sobre todo en esta última, estamos viendo un aumento del número de casos en gente por debajo de 50. También hemos detectado un subgrupo que preocupa mucho, que es el de personas más jóvenes, de menos de 40. Esto está ocurriendo también en Estados Unidos y en otras zonas del mundo occidental", explica.

"De todos los cánceres de colon que se diagnostican, el 5% son genéticos. Tradicionalmente, cuando se lo detectábamos a una persona de menos de 50, lo más probable era que la causa fuera esa. Sin embargo, ahora vemos un patrón diferente. En cuanto a la tendencia, creemos que va a continuar en la misma línea y va a seguir creciendo", detalla la oncóloga, que menciona un incremento de la cantidad de gente joven con este tipo de tumores sin ningún antecedente ni predisposición familiar. 

Más allá de una causa genética subyacente, en la posibilidad de desarrollar esta enfermedad influyen factores de riesgo vinculados con "el estilo de vida occidental" en contraposición a los hábitos mediterráneos, como "el sedentarismo, una dieta rica en carne roja y ultraprocesados y baja en pescado y fibra", así como "el sobrepeso, el tabaquismo y el consumo de alcohol". "En cuanto a los carninógenos existentes, como la contaminación, no está claro cuánto pueden influir", señala.

En estas décadas y sobre todo en esta última, estamos viendo un aumento del número de casos en gente por debajo de 50 años. Creemos que va a continuar en la misma línea

Con Ferreiro coincide Ana Fernández Montes, vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), que confirma que el fenómeno está muy descrito en Estados Unidos. "En España aún no tenemos datos confirmatorios. No obstante, la observación, la primera parte del método científico para elaborar una hipótesis, en nuestras consultas nos inclina a pensar que estamos asistiendo al mismo hecho", subraya la sanitaria del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHOU).

Países del sur de Europa

No lo ve tan claro Rafael Marcos Gragera, epidemiólogo del Institut Català d'Oncologia y trabajador de la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan), que habla precisamente de esa ausencia de cifras confirmatorias. De acuerdo con el análisis de esta base de datos -con información de 15 provincias equivalente al 30% de la población del país a falta de un sistema nacional completo-, se observa una "estabilidad" en el número de casos de tumores colorrectales entre personas menores de 50 años en el periodo de 2002 a 2016, señala. 

"Revisando la bibliografía, pasa algo parecido en los países del sur de Europa, como Italia. Sin embargo, quizás en un futuro sí pueda darse este fenómeno, que se observa desde los años 90 en Estados Unidos, Canadá y Australia y desde la primera década del 2000 en países del norte de Europa, como Suecia y Dinamarca, y también en Reino Unido y Alemania", recalca Marcos Gragera, a cargo del registro de Girona de Redecan.

Respecto al origen de esta diferencia, una posible explicación radica en la alimentación, a la que ya aludía Ferreiro. "Probablemente se deba a que nosotros hemos estado protegidos por la dieta mediterránea. No nos hemos pasado aún a la occidental y, si lo hemos hecho en las últimas generaciones, quizás este efecto lo veamos más adelante", destaca el epidemiólogo, que apunta también a "una relativa menor proporción de población con sobrepeso y obesidad en comparación con otros países".

La implantación de los programas de cribado entre las personas de entre 50 y 70 años han ayudado a reducir la incidencia entre los mayores

"En este sentido, los resultados de varios estudios sobre un cambio del patrón dietético en España hacia una alimentación occidental y una inclinación a una mayor prevalencia del sobrepeso y la obesidad en la población, al igual que el sedentarismo, indican que se podría estar favoreciendo un aumento de incidencia del cáncer de colon y recto en la población más joven", considera. Ahora bien, será necesario "un periodo de observación más largo" para seguir evaluando la tendencia, remarca.

Disminución de la incidencia en gente mayor

En el extremo opuesto a este incremento de casos entre la población más joven referido por algunos especialistas, los expertos resaltan una menor incidencia entre las personas mayores. Este descenso, coinciden los tres médicos, obedece a la implantación entre 2010 y 2014 de los programas de cribado en personas de entre 50 y 70 años, que permiten identificar "lesiones precancerosas y tratarlas". "Así no llegan a derivar en cánceres invasivos. Además, detectamos tumores en etapas más precoces", relata Fernández Montes.

"El cribado consiste en hacer un test de heces en el que se visualiza si hay sangre oculta. Si es positivo, lo siguiente es una colonoscopia. Ahí es posible encontrar una patología benigna, como puede ser una hemorroide; un pólipo, que en ocasiones es una lesión precursora del cáncer, o que ya se diagnostique un cáncer. No obstante, la prueba que te pone sobre la pista es la sangre oculta en heces", incide Ferreiro, que sugiere la posibilidad de adelantar la edad de estas pruebas a los 45 años, como ya ocurre en Estados Unidos.

Más allá de estos cribados, para tratar de prevenir el cáncer colorrectal, los médicos recomiendan adoptar una serie de hábitos relacionados con el estilo de vida. "Lo que se puede hacer es evitar los procesados, un excesivo consumo de proteínas, fumar... Y, por el contrario, llevar una dieta rica en frutas y verduras, aparte de practicar ejercicio físico", aconseja la médica oncóloga del CHOU.

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