La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a un hombre a once años y medio de prisión y nueve de libertad vigilada por abusar de forma continuada de una niña de diez años de la que era su padrino de bautismo y de la Primera Comunión.

La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, le impone una orden de alejamiento de 300 metros de la menor por tiempo de diez años y la obligación de indemnizarla con 8.000 euros por daños morales.

Dice la Sala que se consideran probados dos abusos, consistentes en tocamientos, producidos ambos en 2019, cuando el acusado aprovechó el momento en que la niña se quedaba a dormir en el domicilio que aquel compartía con su esposa, ubicado en Murcia.

Para el tribunal, el denunciado se prevalió de la ascendencia que tenía sobre la menor, ya que había sido esta la que eligió al matrimonio para que actuaran como padrinos en la celebración del bautismo y la Primera Comunión, así como de la diferencia de edad, al tener él 50 años y ella solo diez.

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En su declaración en el juicio, el acusado negó los hechos y aseguró que todo había sido un invento de su ahijada, ya que, aseguró, era muy rebelde y contestaba de mala manera a sus padres, queriendo salirse siempre con la suya.

Sin embargo, la Sala declara que la causa ha contado con pruebas incriminatorias suficientes para destruir la presunción de inocencia y dar por acreditados los hechos de la acusación, que fueron revelados por la menor a su madre y que esta los denunció.

La sentencia indica que la misma no es firme, ya que puede ser recurrida en apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia.