Lituania vigilará sus fronteras con voluntarios armados que podrán usar la violencia para expulsar a los inmigrantes

  • Este cuerpo se encargará de las devoluciones en caliente en su frontera con Bielorrusia.
  • Amnistía Internacional ya ha calificado la ley lituana de luz verde a la tortura.
Patrullas hacen guardia en la frontera de Lituania, Letonia y Bielorrusia
Frontera de Lituania con Bielorrusia
Europa Press
Patrullas hacen guardia en la frontera de Lituania, Letonia y Bielorrusia

Las políticas de rechazo a la inmigración están cobrando fuerza en Europa. Ha ocurrido en la Hungría de Viktor Orban y con el aplauso general de los ciudadanos. En Reino Unido, Rishi Sunak no ha frenado sus planes de enviar a los solicitantes de asilo a Ruanda. Y la Italia de la ultraderechista Giorgia Meloni ha declarado recientemente el estado de emergencia migratoria.

A esa tendencia se suma ahora Lituania. Su Parlamento aprobó el pasado martes unas enmiendas a su Ley de Fronteras Estatales y su Protección que legalizan la detención de migrantes y las devoluciones en caliente en su territorio fronterizo con Bielorrusia. Ambos países tienen 680 km de frontera, de los cuales 550 están vallados. La reforma de la ley implica la violación de los derechos humanos.

Aprobada con 69 votos a favor, 7 en contra y 24 abstenciones, está previsto que la nueva legislación entre en vigor el 1 de junio, una vez que la firme el presidente del país, Gitanas Nauseda. La nueva ley sólo se aplicará cuando se declare el estado de emergencia.

Estado de emergencia por culpa de Lukashenko

Precisamente, Lituania declaró el estado de emergencia después de que Bielorrusia incitara a la gente a cruzar la frontera. La Unión Europea consideró esa "invitación" como parte de las políticas de Aleksander Lukashenko (estrecho aliado de Putin) para desestabilizar a los Estados miembros.

Entre las nuevas disposiciones se incluye la creación de un cuerpo fronterizo formado por voluntarios civiles armados. En cambio, se prohibirá el acceso a la frontera a periodistas y observadores independientes.

Cuando se aplique, permitirá a voluntarios de toda Europa unirse a su cuerpo nacional de guardia de fronteras. La ley otorga a estos agentes el derecho a emplear la violencia contra los solicitantes de asilo y los migrantes que crucen la frontera desde Bielorrusia.

La ley viola el derecho a un procedimiento de asilo justo y restringe la asistencia humanitaria

La norma describe a los voluntarios como "patrocinadores" y dice que se les permitirá "utilizar la coerción", ayudar a realizar detenciones y otras tareas similares a las de los guardias de patrulla. Sólo se piden cuatro requisitos: 

  • Ser de un Estado de la UE 
  • Hablar algo de lituano
  • Tener al menos 18 años 
  • No estar prestando servicio como guardia de fronteras en otro lugar

Los voluntarios podrán prestar asistencia médica de urgencia. Sin embargo, otras tareas, como la identificación de personas vulnerables, la asistencia humanitaria y de otro tipo o la ayuda en las solicitudes de asilo, han sido vetadas en la votación parlamentaria.

Este nuevo cuerpo de guardias de fronteras se parece al modelo que existe en Hungría desde 2016, cuando ese país aprobó una ley que legaliza las devoluciones en caliente a Serbia. En el país de Viktor Orban se formó un cuerpo de agentes que adquirió el sobrenombre de "cazadores de migrantes", después de que tribunales internacionales comprobaran el uso por parte de sus guardias de armas de fuego, gases lacrimógenos y perros adiestrados.

Críticas de las organizaciones de derechos humanos

Y este es el aspecto que más preocupa a las organizaciones de derechos humanos. Copiar el modelo húngaro significará que las evaluaciones individuales de las amenazas fronterizas sean realizadas exclusivamente por estos policías no profesionales. Amnistía Internacional ya ha calificado la ley lituana de luz verde a la tortura.

Grupos radicales de derechas de Alemania podrían venir a patrullar junto a los guardias fronterizos lituanos

Emilija Svobaité, abogada y defensora de los derechos humanos de la ONG lituana Sienos Grupé asegura a EUobserver que "no hay ninguna restricción para que venga gente de fuera". Según ella, esto significa que grupos radicales de derechas de Alemania podrían venir a patrullar junto a los guardias fronterizos lituanos en virtud de las disposiciones del proyecto de ley de protección y fronteras estatales.

Más de 300 organizaciones de derechos humanos y un centenar de académicos de todo el mundo han enviado una carta a la presidenta del Parlamento, Viktorija Cmilyte-Nielsen, a la primera ministra, Ingrid Simonyte, y a todos los diputados lituanos. Advierten de que la ley ahora modificada no solo viola el derecho a un procedimiento de asilo justo y el principio de no devolución, sino que también restringe la asistencia humanitaria y las actividades de vigilancia de las ONG.

Según Svobaite, es la consagración de "una práctica muy dudosa. Estamos hablando de jóvenes mal formados, pero con armas, a los que se les va a dar poder. Es una caja de Pandora para violaciones y abusos".

Serán jóvenes mal formados, pero con armas. Es una caja de Pandora para violaciones y abusos"

Lina Grudulaite, directora del Instituto Lituano para los Refugiados, advierte de que la nueva legislación lituana sobre fronteras puede suponer que las personas pierdan la oportunidad de acceder a procedimientos de asilo justos en el país. "Otros países de la UE pueden seguir su ejemplo y legalizar las devoluciones", recoge West Observer.

El Tribunal de la UE ya falló contra Lituania

El Ministerio del Interior lituano sostiene que el proyecto de ley es necesario para garantizar el control de la frontera estatal y gestionar mejor el asilo. Dainius Dauksa, asesor del ministerio, asegura que quieren excluir a los extranjeros que violen el procedimiento para cruzar la frontera estatal de entrar en el territorio de Lituania sólo durante una situación de emergencia.

Interior afirma que la gente aún puede solicitar asilo en los puestos de control fronterizos, en Lituania o a través de las misiones diplomáticas u oficinas consulares en el extranjero. Sin embargo, un informe de la Cruz Roja Lituana afirma que, en realidad, la gente ve restringidas sus posibilidades de solicitar asilo en los puestos de control fronterizos y en las misiones diplomáticas lituanas.

La Cruz Roja afirma que la gente ve restringidas sus posibilidades de solicitar asilo en los puestos de control fronterizos

Lituania ya ha sido criticada por sus normas de asilo. El pasado verano, el Tribunal de Justicia de la UE falló contra este país por impedir que los inmigrantes irregulares solicitaran asilo y permitir detenciones masivas durante el estado de emergencia.

Según cifras lituanas, unas 850 personas fueron rechazadas en la frontera en lo que va de 2023. La guardia de fronteras de la UE, Frontex, tiene 17 agentes desplegados en Lituania.

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