Imprevisión ante la sequía: el Gobierno gastó apenas la mitad del presupuesto de 2022 para obras hidráulicas de sus empresas públicas

  • De 152,1 y 58,7 millones presupuestados, Acuaes y Acuamed solo invirtieron 90,1 y 18,9, respectivamente.
  • Proyectos de depuración en Tenerife y de desaladoras en las Comunitat Valenciana, entre las mayores inversiones.
La depuradora Cabezo Beaza en Cartagena.
La depuradora Cabezo Beaza en Cartagena.
AGBAR.
La depuradora Cabezo Beaza en Cartagena.

El Ministerio de Transición Ecológica dejó sin gastar en 2022 casi la mitad de las inversiones que tenía previstas en obras hidráulicas en las distintas cuencas hidrográficas. Los presupuestos de aquel año para las empresas públicas AcuaEs y AcuaMed, que gestionan las infraestructuras hidráulicas, reflejan que estaba previsto invertir en depuradoras, desaladoras y otras obras 152,1 y 58,7 millones, respectivamente. Según el dato más ajustado del que dispone el Gobierno de momento, las cantidades que se gastaron finalmente representaron solo un 59,2% y 32,3% del total -90,1 millones en el caso de las cuencas interiores y del cantábrico y 18,9 millones en el caso de las mediterráneas-. La media indica que solo se gastó el 51,7% del presupuesto disponible.

La sequía cada vez es más frecuente y prolongada en España y, ante la cada vez mayor escasez de agua, el aprovechamiento de la que existe y su reutilización mediante depuradoras o la posibilidad de utilizar el agua del mar tratada en desaladoras se presentan cada vez más como una solución. Así se vio, por ejemplo, hace unos meses, cuando el Gobierno aprobó el tercer ciclo de los planes hidrográficos de las distintas cuencas que incluyen una inversión de 6.600 millones de euros para los tres próximos años en infraestructuras hidráulicas, desaladoras, depuradoras y obras de saneamiento y digitalización de los ríos. Asimismo, la defensa del Ministerio de Transición Ecológica ante las críticas que recibió del Levante por instaurar un canal ecológico que a partir de 2025 reducirá el flujo de agua del trasvase Tajo-Segura fue que buena parte de esa cantidad se destinaría a las provincias afectadas, Alicante, Murcia y Almería, para hacer infraestructuras que compensen la disminución de la cantidad de agua que recibirán.

Sin embargo, estos planes van despacio. De acuerdo a los presupuestos de las dos empresas públicas que gestionan estas obras e infraestructuras en las distintas cuencas hidrográficas para 2022, solo el 51,7% del total de los recursos económicos que destinó el Gobierno a estas actuaciones en 2022 se llegaron  a gastar. En el caso de la AcuaEs (Aguas de las Cuencas de España), solo se gastó el 59,2% de los 152,1 millones presupuestados -un total de 90,1 millones-; en el de AcuaMed (Aguas de las Cuencas Mediterráneas), la proporción fue menor, y solo se gastó el 32,2% de los 58,7 millones presupuestado en 2022, es decir, 18,9 millones. A la espera del informe definitivo de ejecución presupuestaria que elabora la Intervención General del Estado, el cálculo lo realizó el propio Ministerio de Hacienda en los Presupuestos de 2023, donde el gasto 'real' figura en el epígrafe "inversión prevista 2022".

De las desaladoras de Murcia a un embalse en Ávila

Atendiendo a esa cifra provisional, los proyectos que más recursos contaron de forma individualizada fueron las obras de saneamiento y depuradora de Granadilla y de Tenerife Oeste y para la depuradora de Soria. En el capítulo de decepciones, de las mayores diferencias entre lo que se presupuestó y finalmente se invirtió, figuran las desaladoras murcianas de Valdelentisco y Águilas porque de los 3,6 y 8 millones previstos solo se gastaron 17.000 y 46.000 euros, respectivamente. Otras ejecuciones exiguas fueron las de la depuración de aguas en Poio-Sanxenxo (de 2,9 millones presupuestados a 6.800 euros invertidos), saneamiento de aguas en el Campo de Gibraltar (de 6,7 millones a 280.000 euros) o en Quintanar de la Orden, Toledo (de 2 millones solo se gastaron 66.000 euros). 

En el otro extremo, los datos provisionales de ejecución presupuestaria indican que hubo obras que contaron con más dinero del que estaba previsto en el Presupuesto de 2022. Es el caso del decrecimiento del embalse de Santolea (Teruel) donde se gastaron 2,2 millones frente a 1,7 previstos; elevación del Ebro para regadíos en el tramo Zaragoza-Fayón (12,2 millones en lugar de 7,4), la ampliación de la depuradora de Ciudad Real (21 millones más de los 63 previstos), saneamiento de aguas residuales de Cuenca (2,7 millones en lugar de 1,9), la ampliación de la depuradora de Burgos (1,3 millones más de los 1,2 previstos), o la depuración y saneamiento de agua en Miranda de Ebro (2,5 millones en lugar de 1,2). Asimismo, de la comparación de los presupuestos de AcuaEs para 2022 y 2023 sale una partida de cinco millones de euros -del coste total de siete millones- que no se reflejó en las Cuentas de 2022 y que terminó invirtiéndose en el aprovechamiento del embalse de las Cogotas para abastecer Ávila.

Tarragona gana; Almería pierde

AcuaMed es la empresa pública responsable de contratar, construir, adquirir y explotar obras hidráulicas en las cuencas del Segura, Júcar, Ebro, la parte mediterránea de Andalucía y las cuencas internas de Cataluña. Según el Anexo de inversiones de los Presupuestos Generales del Estado, el Presupuesto de 2022 consignaba 780.000 euros en obras en Cataluña (particularmente en la provincia de Lleida); más de 15,4 millones para Andalucía oriental, con una partida especialmente abultada en proyectos en la provincia de Almería (por más de 10,9 millones del total); 15,2 millones para Murcia, y 27,1 millones a la Comunitat Valenciana, de los que más de 17 irían a la provincia de Valencia, 5,7 a Castellón y 4,4 a Alicante.

Sin embargo, la estimación de la ejecución que el mismo Gobierno hace en los Presupuestos de 2023 muestran una realidad diferente, presidida por que quedaron sin gastar casi 40 millones de euros y con 'movimientos' entre las cuencas a las que se destinaron los recursos que sí se invirtieron.

Cataluña resultó ser finalmente la comunidad que contó con más recursos (5,3 millones), que se destinaron finalmente a Tarragona, a la construcción de una guarda costera y humedales de decantación, a eliminar la contaminación química del embalse de Flix, a la depuradora de Uldemolins y a restaurar islas fluviales en Tortosa.

En este movimiento de inversiones Andalucía oriental -mediterránea- quedó peor parada y solo fueron 1,7 millones de inversiones, para reparar la desaladora del Bajo Almanzora, ampliar la de Campo de Dalias, en Almería, o a reutilización de aguas residuales en la Costa del Sol, en Málaga.

En Murcia, con un mordisco de 14,5 millones menos de los esperados, se dedicaron 666.000 euros a mejoras en las desaladoras de Valdelentisco y de Águilas o a interceptores de aguas pluviales en Cartagena. En la Comunitat Valenciana, las mayores inversiones de esa partida ya de por sí menguada fueron la reutilización de aguas residuales depuradas y a un nuevo colector en La Albufera, a modernización de los regadíos tradicionales del Júcar o, en menor medida, a mejorar la gestión de aguas salobres en La Plana, en Castellón, o a ampliar la desaladora de Torrevieja, en Alicante.

Inversiones en Tenerife y Extremadura, a cero

Por lo que respecta a las cuentas de la AcuaEs -responsable de la gestión de infraestructuras hidráulicas en las cuencas hidrográficas del Ebro, Tajo, Guadalquivir, Guadiana, Duero, Miño-Sil y Cantábrico y en Ceuta y Melilla-, el grado de inversión realizada fue mayor, aunque también quedó lejos del dinero presupuestado: el 59% de los 152,1 millones previstos en 2022.

En la planificación inicial, Canarias se alzó con el mayor trozo de la tarta, 73,9 millones que finalmente quedaron reducidos a inversiones reales de 43,4 millones, todos en Tenerife, donde, aunque con menos recursos, se acometieron obras de saneamiento y depuración de aguas en Tenerife, Acentejo, Granadilla o el Valle de la Orotava. Le siguió Castilla y León, que quedaba como la segunda comunidad mejor dotada, con 26,9 millones, que irían a obras como la depuradora de Soria, aunque de este dinero finalmente se gastaron cinco millones menos. Pero en Galicia se programaron obras por un coste de 7,1 millones y solo se invirtieron 660.000 euros, en una nueva depuradora en Santiago de Compostela.

En Andalucía occidental, donde se ubica el Parque de Doñana, el Ministerio presupuestó 22,4 millones para obras hidráulicas en Cádiz, Huelva y Málaga pero solo invirtió 3,1 (en concreto, para proyectos en Barbate y Zahara de los Atunes, mejora en la depuradora de Moguer y Palma de Condado y una nueva en Mazagón o la depuración del río malagueño Guadiaro). En Castilla-La Mancha se prometieron 3,9 millones en obras hidráulicas y se invirtieron 2,8; y, en Baleares, de 1,2 previstos solo se llegaron a gastar 400.000 euros.

Sólo Aragón recibió en el cómputo general como comunidad más dinero del previsto, 16,5 millones en lugar de 12,4 millones para elevar regadíos, abastecer Zaragoza y Jaca y el recrecimiento del embalse de Santolea. A la inversa, según las cuentas de 2023, en Extremadura no había inversiones previstas de 2022, después de que el presupuesto de aquel año consignara una partida de 1,9 millones para esta autonomía

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