Declarada la situación de excepcionalidad en la cuenca del Segre, pero sin restricciones

  • La CHE decide que sea la Comunidad de Regantes del Canal de Urgell quienes definan los usos y niveles de consumo.
El pántano de Rialb se encuentra en mínimos históricos.
El pántano de Rialb se encuentra en mínimos históricos.
Miquel Taverna
El pántano de Rialb se encuentra en mínimos históricos.

La confederación Hidrográfica del Ebro, CHE, ha declarado la situación de excepcionalidad en la cuenca del Segre debido a la situación de sequía. La decisión se ha tomado en la Junta de Gobierno de este organismo celebrado este miércoles en Zaragoza a propuesta de su presidenta María Dolores Pascual. La CHE también ha decidido crear una Comisión Permanente de la Sequía para seguir la situación extraordinaria de escasez de lluvias en este mes de abril, que no se corresponde con el nivel de pluviometría habitual en esta época.

Según la Confederación Hidrográfica del Ebro, el régimen de lluvias en este mes de abril está siendo más propio del periodo de estiaje veraniego que de la primavera. Además, consideran que “improbable” que llueva lo suficiente en el mes de mayo.

Suspensión del riego

El río Segre abastece de agua el Canal de Urgell, que fue cerrado ayer por primera vez en 160 años de historia por el bajo nivel de agua de las reservas, una decisión que comporta la suspensión del riego de 50.000 hectáreas de la Plan d’Urgell, la principal área agraria de Cataluña. La presidenta de la CHE, ha afirmado que la situación del sistema de embalse Rialb-Oliana es “mucho peor” que en otras cuencas.

La declaración de excepcionalidad en el Segre ayudará será un apoyo importante de cara a que los agricultores de regadío puedan tramitar ayudas frente a las administraciones públicas. Ayer, tras el cierre del Canal de Urgell, los regantes afectados aseguraron que perderían entre el 50% y el 80% de sus cosechas, incluso en el supuesto de que haya lluvias abundantes en el próximo mes.

Responsabilidad y ahorro

Sin embargo, la Confederación Hidrográfica del Ebro no ha impuesto en su reunión de esta mañana, restricciones en los 121 municipios que se abastecen del Canal de Urgell, a pesar de que los alcaldes de la zona habían pedido unas directrices comunes. Sin embargo, la CHE no está obligada a definir los usos ni niveles de consumo y ha decidido que sea la propia Comunidad de Regantes la que tome medidas al respecto.

El organismo que rige la cuenca del Ebro tutelará las decisiones de los regantes, y tan solo ha pedido a los ayuntamientos que sean “responsables en los usos no prioritarios”. Por su parte, los municipios, que agrupan a una población de alrededor de 100.000 personas, han lanzado un mensaje unitario para concienciar a los ciudadanos de la necesidad del ahorro de agua. No obstante, se realizará un seguimiento de cuál es el consumo en comparación con los del año anterior para saber si hay que tomar medidas excepcionales.

Desde la Confederación Hidrográfica del Ebro se ha asegurado que el suministro de agua para beber está garantizado a pesar de la situación de sequía, pero al mismo tiempo, la presidenta de la CHE que la falta de lluvias podría acarrear problemas similares a los de la cuenca del Segre en otros afluentes del Ebro. Dependiendo del régimen pluviométrico, a lo largo del año, otro sistema que podría sufrir serios problemas es el Canal de Aragón-Cataluña, que riega unas 40.000 hectáreas de cultivos entre Lleida y Huesca, y que podría correr la misma suerte que el Canal de Urgell.

Desde la CHE también se ha remarcado que el Bajo Ebro, ya en la Terres del Ebre, podría también entrar en emergencia en función de cómo vaya transcurriendo el año. Otras zonas de la cuenca del Ebro que pueden también entrar en problemas son el Huerva y el Iregua.

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