El intercambio de casas, la fórmula que te permite viajar ahorrando dinero: "He evitado el gasto que supone un hotel en 60 ocasiones"

Magui y su marido en la casa donde han realizado el intercambio en Ámsterdam.
Magui y su marido en la casa donde han realizado el intercambio en Ámsterdam.
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Magui y su marido en la casa donde han realizado el intercambio en Ámsterdam.

Irse de vacaciones puede salir muy caro y no todo el mundo tiene la solvencia económica necesaria para permitírselo: uno de cada tres españoles (33,5%) no pudo darse una escapada de al menos una semana en todo 2022, según la encuesta de condiciones de vida de 2022, publicada la semana pasada por el INE

Uno de los principales costes que hay que asumir a la hora de viajar es el alojamiento, y más si se trata de una estancia larga o un viaje en familia, que aumenta significativamente el importe. En este sentido, entre todas las formas que existen para ahorrar al realizar un viaje, un método que está cogiendo cada vez más adeptos es el intercambio de casas.

Para aquellos que no quieran renunciar a unos días de desconexión por motivos económicos, esta solución permite efectuar viajes intercambiando la vivienda con otro propietario al que también le interese poner a disposición su inmueble, sin tener que pagar por el alquiler de un apartamento o habitación de hotel.

Magui Muñoz lleva 12 años apostando por esta forma de viajar, para la que pone a disposición de otros viajeros su piso de Valencia. En todo este tiempo ha realizado alrededor de 60 intercambios en lugares como Edimburgo, Copenhague, París, Zanzíbar, Noruega, Italia o Ámsterdam, última ciudad en la que ha aprovechado esta función y desde donde nos contaba a 20minutos su experiencia.

"Gracias a esto he ahorrado bastante, si no lo aprovechase no podría permitirme viajar tanto porque mi economía no me lo permite", explica esta usuaria, quien señala que los alojamientos en general suelen estar muy caros y los que tienen un precio asequible suelen ser "muy cutres".

De hecho, con esta fórmula los usuarios pueden ahorrarse hasta un 30% de su presupuesto para las vacaciones, o lo que es lo mismo, hasta 1.020 euros en una semana de descanso en verano, según HomeExchange,  plataforma del sector. Asimismo, hay huéspedes que incluso llegan a prestar vehículos como bicicletas, motos o coches.

Por ello, esta opción se convierte en una alternativa factible para viajar sin gastar de forma excesiva. "He evitado el gasto que supone un hotel en 60 ocasiones, y es que casi todo el presupuesto se suele emplear en la estancia. Ahora ese dinero puedo destinarlo en el desplazamiento y en vivir la experiencia", añade Magui.

Magui y su marido en un viaje a Ámsterdam
Magui y su marido en un viaje a Ámsterdam
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Así, a través de las páginas webs que facilitan estos intercambios, los usuarios pueden contactar con otros propietarios con los que acordar un periodo en el que disfrutar de la casa del otro. Además, algunas plataformas permiten acceder a una vivienda sin tener que intercambiar la tuya en la misma fecha, utilizando en su lugar un sistema de puntos.

"A veces hay gente que no puede hacer el intercambio en las mismas fechas que desea la otra persona, pero, aun así, pueden dejarte la casa a cambio de una cantidad de puntos que se van acumulando", explica Magui. Así, si alguien va a tu casa y tu no puedes ir a la de ellos, te pagan a través de estos puntos, los cuales podrán ser utilizados después para ir a la casa de otra persona.

La confianza es clave

Para un intercambio de casas es fundamental que haya respeto mutuo y confianza. Para ello, una buena comunicación permitirá conocer cómo es cada una de las partes con el fin de comprobar si su personalidad y actitud encajan contigo y te transmiten seguridad.

La confianza coge tanto peso, que incluso, hay personas que piden que le cuiden a sus mascotas que se han tenido que quedar en la casa. "Aquí, en Ámsterdam, nosotros estamos cuidando de Grigio, el gato de la familia que vive aquí", comenta Magui, quien, junto a su marido, se ha encargado de alimentarlo y hacerle compañía.

Magui junto a Grigio, el gato de su anfitrión al que estuvieron cuidando en Ámsterdam
Magui junto a Grigio, el gato de su anfitrión al que estuvieron cuidando en Ámsterdam
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Al final, estás abriendo las puertas de tu casa a personas que desean viajar y ahorrar en el proceso, al igual que tú, pero debes constatar que cumple con tus estándares. Todos los usuarios son tanto huéspedes como anfitriones, por lo que, en principio, tratarán las viviendas ajenas como les gustaría que trataran la suya.

"Las personas que se benefician de estos intercambios tienden a tener una mentalidad abierta basada en la confianza", asegura Magui, quien añade que, incluso, esa confianza se forja y se convierte en amistad: "Hemos conocido a gente con la que nos hemos llevado tan bien que ahora somos amigos, llegando a quedar en alguna ocasión para tomar algo o nos manda fotos de otros sitios a los que viajan".

Ahora bien, si alguien no te convence, tienes todo el derecho a negarte a realizar el intercambio hasta que encuentres una persona que te genere confianza y con la que te sientas lo suficientemente cómoda como para prestar tu casa.

Magui comenta, no obstante, que los usuarios de estas plataformas suelen ser muy considerados y están todos "en la misma onda". En este sentido, es habitual que los anfitriones dejen algún obsequio de bienvenida en la vivienda para los huéspedes, como flores, una botella de vino o algún regalo.

Ramo de tulipanes que dejaron de bienvenida los anfitriones de Magui.
Ramo de tulipanes que dejaron de bienvenida los anfitriones de Magui.
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¿Hay que pagar algún coste?

El objetivo de este intercambio es que los anfitriones puedan disminuir sus gastos de viaje prestando sus casas, por lo que no se lleva a cabo ninguna transacción financiera entre los usuarios. De igual forma, los gastos relacionados con suministros o equipamiento no suelen cobrarse.

En el momento de formalizar el intercambio ambas partes establecen sus términos y condiciones, así como toda la logística acordada, como las fechas, el número de personas o los gastos de limpieza que algunos pueden exigir. Aunque los usuarios ya habrán hablado entre ellos para concretar todo, los detalles deben estar bien identificados para que no hubiera ningún problema.

De la misma forma, algunas plataformas requieren del pago de una suscripción para poder disfrutar del servicio de intercambio de casas, puesto que de este modo protegen posibles datos sensibles de los usuarios a los que solo tienen acceso los que abonan la cuota.

Por otro lado, aunque no haya que pagar la estancia, la mayoría de plataformas sí establecen una fianza. Así se ofrece una garantía y seguridad a los anfitriones, cubriendo los posibles daños que puedan ocurrir. Dependiendo de la web será un importe u otro, pero siempre será devuelto tras comprobar que está todo en orden.

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