Se puede decir que Janet Von Schmeling no ha podido más. Han sido cuatro años de matrimonio desde su boda en 2018, pero la reciente desaparición de Drake Bell para luego ser hallado a salvo por la policía ha sido la gota que ha colmado su vaso y ha solicitado el divorcio del actor californiano de 36 años.

A pesar de que llevaba separada de él desde hacía un tiempo para que el intérprete entrase sin ninguna carga en rehabilitación debido a sus graves problemas con el alcohol —con varias sentencias a sus espaldas fruto de la bebida—, la esposa de quien fuera uno de los protagonistas de la serie infantil Drake & Josh, ha llevado los documentos pertinentes a la corte.

Dichos documentos han sido obtenidos por el portal de noticias TMZ y hay varias revelaciones, como que, en contra de lo que se pensaba, la separación no se produjo en enero, sino en septiembre pasado.

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En todo este tiempo, Drake Bell cumplía una sentencia de dos años de libertad condicional por dos delitos contra menores de edad: uno al exponer al peligro a una menor, conocido en el código estadounidense como "child endangerment", y otro de distribución de material perjudicial para menores.

Dicho caso de acoso sexual contra una menor ya menoscabó la relación de Drake y Janet, dado que la joven denunciante de los hechos que se le imputaron no dudó en llamar "pedófilo" al actor. Sin embargo, la pareja, que tienen un hijo juntos, Wyatt Bell, continuó la relación.

Lo cual de por sí ya era extraño, porque hasta ese momento nadie sabía ni que estaba casado ni que tenía un hijo. El actor lo dio a conocer en el transcurso del juicio en varios posts en sus redes en los que presumía de su familia y en los que tuiteaba en español.

Aún con todo, según los documentos, Janet está buscando la custodia legal y física de su hijo, si bien no solo no se opone, sino que deja por escrito que desea que a Drake se le concedan sus derechos de visita. Asimismo, también consta en los documentos que pide una manutención conyugal.