Tita Cervera cumple 80 años: tres matrimonios, tres hijos, un legado artístico y varios misterios

Tita Cervera.
Tita Cervera.
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Tita Cervera.

Nació en el municipio de Sitges el 23 de abril de 1943. Es decir, que este domingo Tita Cervera cumple 80 años. Toda una vida que ha dado lugar, a varios matrimonios, a tres hijos —todos ellos envueltos en polémicas por la paternidad— y a un legado artístico incuestionable gracias a su colección, la Thyssen-Bornemisza, que forma parte del Triángulo del Arte de Madrid.

Pero, sobre todo, a un halo de misterio en su vida privada que ha sabido mantener en un equilibrio casi imposible: el de ser un personaje público que ha protagonizado portadas del papel couché y el de una mujer celosa de su privacidad que ha interpuesto su labor museística como una barrera para no dejar ver más que la mera belleza de los cuadros.

Un misterio que le venía de sus padres, quienes a pesar de separarse cuando Carmen, su verdadero nombre, tenía cinco años, siguieron aparentando ser un matrimonio bien avenido. Aunque su padre era mecánico, su madre, de quien dijeron que era muy guapa, se obsesionó por no haber aspirado a más y quiso que fuese su única hija —aunque tuvo otra, Gloria, que murió a los pocos meses— quien llegase donde ella no llegó.

De ahí que estudiase en los colegios más exclusivos tanto de Cataluña como del extranjero, como en Londres —o, dicen, un internado en Suiza— y que, amén de catalán y castellano, gracias a ello hable alemán, francés, inglés e italiano. Su altura y presencia hicieron el resto: animada por su madre se presentó a ser Miss España y ganó, gracias a la unanimidad de un jurado presidido por el periodista Luis María Anson.

Aunque de adolescente había llegado a bailar para Isabel II, pronto sería ella parte de la alta aristocracia, pues los continuos certamenes de belleza en los que solía quedar en buena posición la llevaron a conocer Hollywood, codeándose con estrellas como Marilyn, Sinatra —que le tiró los tejos— o Dean Martin. Pero ella solo tuvo ojos para su primer marido, Lex Barker, a quien conoció porque su madre insistió en que le pidiese un autógrafo.

El que fuera Tarzán se convirtió en su marido tres años después, en 1965, y llegó a impedir que Tita tuviese una carrera en el cine aquellos años, dicen que "escarmentado" de su matrimonio con Lana Turner. Sea como fuere, un infarto en 1973 hizo que Cervera enviudara. Y continuaron los misterios: según se ha dicho, ellos ya estaban en pleno proceso de divorcio debido a la diferencia de edad (de 24 años) cuando el actor falleció, pero ello no evitó que Tita heredara toda la fortuna de Baker y sus posesiones.

Aquel mismo 1973, Tita Cervera comienza su segundo y más polémico matrimonio: con el playboy y multimillonario venezolano Espartaco Santoni, con quien se casaría en 1975. Aquella boda sería mucho después tachada como no válida por bigamia, aunque a día de hoy no se ha resuelto si fue porque Espartaco aún seguía casado o por parte de Tita.

Sea como fuere, la relación ha sido descrita como tormentosa e, incluso, se ha hablado de malos tratos. A ello hay que sumar que debido a los litigios de su marido, que acabó en prisión por estafa y falsedad documental, pagándole su esposa una fianza cuantiosa, Tita Cervera prácticamente se arruinó. Espartaco se daría a la fuga nada más salir y, como era predecible, cortaron.

Hasta 1981, año en el que conoció al que sería su tercer marido, Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza, Tita Cervera se volcó con su carrera cinematográfica por fin.

Pero lo más interesante ocurrió el 24 de julio de 1980: Carmen dio a luz su único hijo biológico, Alejandro Borja. No quiso confesar quién era el padre hasta 2009: el publicista santanderino Manuel Segura.

Fue en un crucero de la rica familia Davidoff donde la entonces actriz conoció al barón, 22 años mayor que ella y que se estaba divorciando de su cuarta esposa. Se casaron cuatro años después, en agosto de 1985, dándole Heini, como le llamaban, su apellido a Alejandro Borja y, por su parte, nacinalizándose suiza Tita, cuyo nombre pasó a ser María del Carmen Rosario Soledad Freifrau von Thyssen-Bornemisza de Kászon et Impérfalva.

Su matrimonio hizo que se relanzase su vida social y se codeara de nuevo con las más altas esferas. De hecho, estaba tan agradecida por ser de nuevo una figura central de España que intercedió entre su esposo y el Gobierno de Felipe González para que el Museo Thyssen-Bornemisza recalase en Madrid en 1988, ya que eran varios los países que se pugnaban la colección artística del barón. Para Carmen fue una pena que su madre falleciese antes de ver inaugurada la pinacoteca.

La vida, de hecho, no sonrió a la ya baronesa Thyssen mucho tiempo, porque los problemas de salud de su marido se multiplicaron en los años 90, con dos operaciones cardíacas y una apoplejía de la que no se recuperaría totalmente, falleciendo en 2002. Justo antes, eso sí, había conseguido que sus cinco hijos y Tita Cervera firmasen el llamado Pacto de Basilea, que resolvía años de litigios por la herencia, eligiendo su viuda multitud de arte antes que propiedades.

Y llegamos al año 2007, otro de los más polémicos y misteriosos. No ya por la boda secretísima de Alejandro Borja con Blanca María Cuesta Unkhoff, unión que no contaba con el beneplácito de la baronesa, que no acudió al enlace, sino porque a sus 64 años, en un movimiento muy parecido al que ha recreado ahora Ana Obregón, dado que también utilizó a la revista ¡Hola! para dar la exclusiva, Tita Cervera volvía a ser madre.

Lo fue de dos mellizas, Guadalupe Sabina y María del Carmen, nacidas mediante vientre de alquiler por fecundación in vitro en Estados Unidos —ya por aquel entonces la gestación subrogada era ilegal en España—. De nuevo la pregunta era por la paternidad de las pequeñas, que a día de hoy están cerca de cumplir la mayoría de edad, y aquí entra lo realmente rocambolesco.

La teoría más extendida, que además, según la periodista Rosa Villacastín, la propia Tita lo ha confirmado off the record en encuentros y cenas, es que el padre de sus hijas es su propio hijo, Alejandro Borja, gracias a una intervención a la que se sometió en una clínica en Barcelona, convirtiéndose él en padre y hermano de las jóvenes.

Sea como fuere, a sus 80 años, Tita Cervera no solo sigue cuidando de Sabina y Carmen, sino que cuenta con cinco nietos que le ha dado el matrimonio de su hijo: Sacha, Eric, Enzo, Kala e India, nacidos en 2008, 2010, 2012, 2014 y 2020, respectivamente.

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