Rafael Villafuerte, CSIC: "Los daños de los conejos son insoportables para muchos agricultores, pero son conejos silvestres"

  • Existen dos subespecies silvestres que pueden hibridar, pero el investigador descarta híbridos con razas domésticas.
  • "Es conveniente basarse en datos obtenidos y analizados con el rigor que exige el método científico".
Conejo silvestre.
No existe evidencia de una hibridación preocupante entre conejos silvestres y domésticos abandonados.
ASAJA/Archivo
Conejo silvestre.

Hablar de conejos y de España es básicamente la misma cosa. Como es sabido, fueron numerosos los antiguos escritores latinos que se referían a la península ibérica como "tierra de conejos". Pero desde aquellos remotos tiempos ha cambiado mucho la situación de estos lagomorfos, cuyas poblaciones, en términos generales, han sufrido un declive en las últimas décadas, especialmente a causa de la destrucción de su hábitat y de las enfermedades víricas, capaces de causar una alta mortalidad en las poblaciones de conejos.

Recientemente, organizaciones de ganaderos y agricultores se han quejado de que hay una superpoblación de "conejos híbridos", producto del cruce de la especie salvaje que existe en nuestro territorio y de los ejemplares procedentes de razas domésticas que son abandonados. 

No es la primera vez, ni será la última, en la que hay una confrontación entre colectivos opuestos. Por un lado, se encuentran aquellos que trabajan y viven del sector primario de la economía, que incluye actividades relacionadas con la producción y extracción de recursos naturales, como la agricultura y la ganadería. Por el otro, nos encontramos con los investigadores científicos, cuyo trabajo implica obtener datos en el campo y analizar los resultados de forma objetiva, sin intereses económicos personales que puedan influir en su interpretación. 

Para saber cómo está la situación desde la perspectiva académica y científica, hemos hablado con Rafael Villafuerte, doctor en ciencias biológicas e investigador científico del Instituto de Estudios Sociales Avanzados, el centro de investigación en ciencias sociales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IESA-CSIC).

Agricultores y ganaderos señalan que la situación actual a causa de la amenaza de conejos híbridos es crítica y una amenaza que les tiene “al borde de la ruina”. ¿Se han realizado estudios que confirmen tal situación?Si. Pero haré un espóiler de los resultados para dejar claro el tema sin que quede el más mínimo resquicio a la duda: los conejos que provocan los daños de los que los agricultores se quejan no son "híbridos entre silvestre y doméstico", sino conejos completamente silvestres.

Hace casi treinta años que personalmente he estado interesado, en el estudio ecológico y genético de los conejos silvestres (nombre científico: Oryctolagus cuniculus). Sin embargo, desde hace cientos de miles de años, y de manera completamente natural en la península ibérica existen dos subespecies de conejo (Oryctolagus cuniculus cuniculus y el Oryctolagus cuniculus algirus). En colaboración con los mejores especialistas del mundo sobre aspectos genéticos del conejo (especialmente del CIBIO, de la Universidad de Porto, como los doctores Miguel Carneiro o Paulo Celio Alves), hemos muestreado miles y miles de conejos silvestres. Precisamente este es uno de los grandes objetivos de los proyectos del programa estatal de investigación (Plan Nacional de I+D+i), que lidero o de los previos que he liderado hasta la fecha.

¿Pero existe la hibridación entre conejos domésticos y los silvestres?Tenemos bastante clara la distribución de las dos subespecies y la pequeña zona de hibridación natural que limita las zonas de contacto de ambas. Esta zona es muy estrecha porque el cruce entre ambas subespecies no es perfecto. Debo insistir que la presencia de híbridos entre ambas subespecies nada tiene que ver con los híbridos con doméstico que comentan muchas personas del mundo no científico, y que los medios de comunicación se han hecho eco en estos últimos meses.

Por curioso que parezca, la creencia de que los conejos que provocaban los daños no eran conejos "normales" no es reciente. Desde hace décadas hay voces que han llegado a indicar que eran conejos australianos (ya que se consideraban inmunes a las enfermedades según muchos agricultores y cazadores), o americanos del género Sylvilagus. Más recientemente ha llegado la moda de identificarlos con domésticos, y posteriormente con híbridos con domésticos. Todo ello está muy lejos de la realidad del campo.

Desde hace décadas hay voces que han llegado a indicar que eran conejos australianos

¿Qué medidas se tomaron para responder a las quejas desde el sector primario?Estas distintas creencias llevaron a que en varias comunidades autónomas en las que los conejos estaban creando grandes daños a la agricultura, solicitaran a la doctora Francisca Castro (actualmente en la Universidad de Córdoba) un análisis genético riguroso. Este fue el caso de Cataluña, la Comunidad Valenciana, o Castilla-La Mancha. Más recientemente, repetimos el muestreo y el análisis con muchos más marcadores genéticos. El resultado realizado en Castilla-La Mancha es absolutamente concluyente: los conejos no son domésticos sino silvestres y además de la especie Oryctolagus cuniculus, es decir, la propia de nuestro entorno natural.

Estos resultados concuerdan con otro trabajo que realizamos en 2015 y liderado por el doctor Vicente Piorno (Xunta de Galicia), en el que se comprobó experimentalmente que la persistencia de los conejos domésticos o "híbridos" con domésticos liberados en el entorno natural era afortunadamente mínima. En el proceso de domesticación tenemos muy claro que las mayores diferenciaciones ocurrieron en los genes que controlan el desarrollo y el sistema nervioso. A grandes rasgos, los conejos domésticos no tienen miedo, lo que hace que sean los primeros en ser depredados o abatidos por cazadores.

¿Se ha monitorizado el abandono de conejos domésticos en España?No he conocido en mi trayectoria científica un solo caso de abandono de conejos en el medio natural. Si este lamentable hecho ha ocurrido alguna vez, la supervivencia de esos animales será bajísima por lo que he mencionado antes.

Los perjudicados sostienen que hay conejos "más voraces, con mayor capacidad de reproducción” y, en general, alegan, una mejora genética. ¿Esto tiene respaldo científico?Híbridos, voraces, alta capacidad reproductiva, anómalo comportamiento... Son muchas las descripciones que se le atribuyen. No todas ciertas. En cuanto a que se trate básicamente de conejos híbridos silvestre con doméstico, como ya he dicho, nuestros análisis han sido muy concluyentes: esto es rotundamente falso, al menos en Castilla-La Mancha donde hemos dado por terminados los análisis genéticos de miles de muestras recogidas sobre el terreno.

​​En cuanto a la capacidad reproductiva elevada, se debe tener en cuenta que los conejos son capaces de entrar en celo mientras el alimento ingerido supere el 20% de proteína, algo que fácilmente va a ocurrir en áreas agrícolas, pero también en zonas donde la vegetación no ha desarrollado estrategias defensivas contra los conejos, como ha ocurrido en muchas regiones del mundo donde la especie ha sido introducida.

¿Cómo ha podido entonces propagarse tanto la alarma y el mito de la hibridación?Desgraciadamente, la existencia de las dos subespecies de conejo silvestre es poco conocida en ambientes no académicos, posiblemente por tener morfológicamente casi el mismo aspecto (algo que les pasa a todos los conejos del mundo). Una mala interpretación de la existencia de conejos híbridos (insisto, son silvestres) entre las dos subespecies conocidas de la especie puede tal vez haber ayudado a que corra este falso bulo.

¿Y qué hay de otros supuestos comportamientos anómalos como el de que trepen a los árboles o que sean extraordinariamente grandes?Por lo general, las plantas cultivables tienen escasas o nulas defensas, algo que sí tienen muchas plantas silvestres peninsulares que han coevolucionado con los conejos. Los conejos (como otras muchas especies de herbívoros silvestres) seleccionan las plantas cultivables ante otras de menor riqueza alimenticia o palatabilidad. Los comportamientos supuestamente anómalos como subir a los árboles, o comer las cortezas de frutales, es desgraciadamente natural, sobre todo si es ese es el único alimento disponible. La mayor calidad del alimento conllevará asociado un mayor crecimiento corporal, algo que también ha sido comprobado precisamente con los conejos. Los conejos silvestres de Australia o de Inglaterra (ambos de la subespecie Oryctolagus c.c), son mucho más grandes que los conejos ibéricos de esa misma subespecie. Los animales que disponen de alimento rico y abundante son habitualmente de mayor tamaño. Por ejemplo, nosotros somos -en promedio- mayores que nuestros abuelos y gigantes para nuestros bisabuelos. En una o dos generaciones con abundante comida (y con menos depredadores que perturben la dedicación a la alimentación y reproducción), los conejos serán necesariamente más grandes y tendrán una mayor tasa reproductiva.

​Se ha demostrado, además, que las mayores abundancias de conejo en estas situaciones conllevan a una mayor prevalencia de anticuerpos frente a enfermedades virales (como la mixomatosis o la enfermedad hemorrágica del conejo), lo que redunda en que aparenten ser inmunes a las enfermedades.

¿Cuáles son tus conclusiones en relación a la alarma sobre la alta presencia de conejos y la falsa existencia de híbridos?Los conejos han ido aprovechando carreteras, autovías y vías férreas para colonizar áreas agrícolas donde antes eran poco o nada frecuentes. El coctel está servido: para personas no acostumbradas a ver conejos en muchas de estas áreas han ido surgiendo explicaciones más o menos rocambolescas de que se trata de animales exóticos, inmunes y extremadamente voraces.

Empiezo a creer que se mantiene tozudamente la idea de apoyar a toda costa la creencia de que se trata de animales "no silvestres" por determinados sectores. Debemos tener en cuenta que, por ejemplo, si se trata de animales silvestres, el control está supeditado a una normativa mucho más restrictiva que si se tratase de una especie exótica, introducida o, por ejemplo, un híbrido con doméstico.

Tengo muy claro que los daños que se producen por los conejos son realmente insoportables para muchos agricultores, y es necesario buscar soluciones urgentes. Sin embargo, es conveniente basarse en datos obtenidos y analizados con el rigor que exige el método científico.

Tengo muy claro que los daños que se producen por los conejos son realmente insoportables para muchos agricultores

Hablando de nuestras dos especies autóctonas: ¿en qué situación se encuentran sus poblaciones en la actualidad?Aproximadamente el 70% de las poblaciones que estamos analizando desde 1993, cuando comenzamos el primer estudio a gran escala de abundancia, tienen una tendencia poblacional negativa o incluso se han extinguido. De hecho, el conejo es una especie catalogada como en peligro por la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza (UICN). Sin embargo, esto ocurre en áreas "naturales", mientras que muchas poblaciones de conejo en agrosistemas se mantienen estables o en proceso creciente. Muchas de estas son las que generan problemas en los cultivos.

Existen numerosas imágenes en las redes sociales de rotondas periurbanas y líneas férreas con abundante presencia de conejos. ¿A qué se debe que se asienten en este tipo de entornos? ¿Suponen algún riesgo?Las líneas férreas y las carreteras (especialmente las autovías por el hecho de estar valladas) suponen una importante ayuda a la presencia y conectividad de las poblaciones de conejo. La falta de depredadores y la presencia de alimento próxima a estas infraestructuras puede hacer que puntualmente se encuentren importantes abundancias de conejo. Este es el caso de las grandes y medianas rotondas. En general no suele suponer un importante problema para los humanos salvo algún riesgo de colisiones. Sin embargo, en algunas áreas, habitualmente más distanciadas de las ciudades, la alta presencia de los conejos atrae a determinados depredadores como el lince, muchos de los cuáles pueden acabar siendo atropellados.

Es decir, que en estos asentamientos, se exponen menos a sus depredadores, ¿es así?Los conejos tienen muchísimos depredadores naturales en la península ibérica. Los hay superespecializados en su consumo como el lince, pero los hay también más oportunistas o generalistas como los zorros o los milanos. Por motivos obvios, los especialistas (como el lince o el águila imperial) han tenido y tienen severos problemas si su principal especie presa disminuye. Sin embargo, y a pesar de que los conejos puedan ser abundantes en algunas áreas (por ejemplo, en agrosistemas o complejos lagunares), eso no implica que sea un buen lugar para la presencia de estos depredadores. Estas cosas nunca son tan simples.

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