Los países del Este dan y quitan a Ucrania: por qué boicotean el grano de Kiev mientras insisten en enviarle más armas

El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, saluda al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, durante la cumbre de la UE en Bruselas el pasado 9 de febrero.
El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, saluda al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, durante la cumbre de la UE en Bruselas el pasado 9 de febrero.
AP / Lapresse
El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, saluda al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, durante la cumbre de la UE en Bruselas el pasado 9 de febrero.

Ucrania tiene apoyos firmes y otros que no lo son tanto para hacer frente a la invasión rusa. En el primer grupo está (o estaba) el Este de Europa, que al menos hasta ahora ha insistido de forma vehemente en que Kiev puede ganar la guerra si se le siguen enviando armas. En cambio, hay ya algunos países de ese especio que empiezan a soplar y sorber. Polonia, Hungría, Eslovaquia y parece que Bulgaria han decidido bloquear la importación de grano ucraniano en un momento además en el que las arcas del invadido empiezan a notar más y más el peso del conflicto.

Cada caso es muy particular, pero el más clamoroso es el de Polonia. Varsovia es la voz más pro Ucrania en la UE y su medida ha sido criticada duramente, pero tiene un sentido puramente político: el Gobierno del PiS -ultraconservador- se juega su futuro en las elecciones del próximo diciembre y con unas encuestas poco favorables lo fía casi todo a una base fuerte de voto en la que los trabajadores del sector primario son una pata capital. La crisis del grano ha tenido repercusión en Polonia al máximo nivel, pues el anterior ministro de Agricultura Henryk Howalczyk dimitió hace unos días tras plantear a Bruselas que recupere los controles arancelarios sobre esta materia prima.

El primero en seguir los pasos polacos fue Hungría. El considerado caballo de Troya de Putin en Europa ha estado en todo momento más cerca de Rusia que de Ucrania, por eso no sorprende tanto la medida. El Ejecutivo que lidera Viktor Orbán se apoya en que de no tomarla "los daños sería muy graves" para su sector agrícola. Asimismo, ha pedido a la UE "una distribución equilibrada" del grano ucraniano. Eslovaquia, por su parte, hizo lo propio con una premisa similar, aunque en este caso matizaron que el bloqueo "no repercute en los productos agrícolas que transitan [por su territorio] hacia terceros países".

Daniel Gil, analista de política europea en The Political Room, explica a 20minutos que "lo primero que hay que tener en cuenta es que la mayoría de las exportaciones ucranianas de grano salían por mar, en concreto por el Mar Negro", pero a raíz de la guerra "esta vía se corta" y eso provoca que mucho grano ucraniano "se quede en Europa central y del Este". Lo que ha ocurrido es que ahora Polonia, "que es el gran defensor" de Kiev en la UE, toma esta medida porque, prosigue Gil, "al almacenarse el grano ucraniano en estos países el precio baja muchísimo dañando a los agricultores locales".

En este sentido, el analista recuerda que en el caso polaco el partido gobernante "tiene una base rural enorme" en cuanto a voto, y afronta elecciones en meses. "La UE decidió proponer una serie de fondos para dar ayudas a los agricultores en estos países, pero los gobiernos y los propios trabajadores rechazaron esa vía". De este modo, bajo el razonamiento de Polonia, "se toma esa decisión precisamente por la supuesta inacción de la Unión". Varsovia abrió la veda y otros siguieron por ese camino. "Es un baño de realidad a esa tesis de que la UE vira hacia el Este por la invasión rusa de Ucrania", resume Gil.

"Sobre todo Polonia, sí, es un país que apoya decididamente a Ucrania ante la invasión rusa, pero ya vemos que si percibe que los intereses ucranianos y los propios chocan va a tratar de satisfacer los nacionales, además teniendo en cuenta el año electoral", concluye el analista. Así, la foto está llena de matices, pero amenaza con resquebrajar el tan repetido mensaje de unidad europea en favor de Ucrania.

Ante una situación tan compleja España ha querido marcar también posiciones. Así, el Gobierno espera que sea la UE la que pueda responder a las necesidades de los agricultores de los países del este de Europa limítrofes con Ucrania sin que se impida la salida de grano ucraniano a través de esos territorios.  De esta forma se expresó este martes el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, quien considera que ambas cuestiones son perfectamente compatibles. 

Además de a Ucrania, el paso dado por estos países se ha convertido también en un órdago a la Unión Europea, y la Comisión no tardó en salir al paso para recordarles que "la política comercial es una competencia exclusiva" de la UE. "En tiempos tan desafiantes, es crucial coordinar y alinear todas las decisiones dentro de la UE", añadieron desde el Ejecutivo comunitario al tiempo que reiteraron que se trata de una decisión "inaceptable". Por el motivo que sea, el Este empieza a mirar hacia dentro y a desviar su foco de Kiev, al menos de momento y en lo que al grano se refiere. 

Existe, después de todo, el riesgo de que la situación se complique incluso más, por lo que el comisario europeo responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, se reunirá este miércoles con representantes de los países de la Unión Europea más afectados por el aumento de las importaciones de cereal de Ucrania, así como con autoridades de Kiev, para abordar la situación actual. El encuentro se celebrará en un formato híbrido, ya que algunos representantes podrán acudir físicamente, mientras que otros participarán de forma telemática. En juego, después de todo, está la unidad de Europa en su apoyo a Ucrania.

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