No hay nada más típico de nuestro país que las barras y las terrazas de los bares y restaurantes, donde toman mucho protagonismo las raciones a compartir entre los diferentes comensales, un plan muy común para compartir con familiares y amigos. De hecho, pocos son los bares que no ofrecen en su carta las tradicionales raciones, cada una de las cuales incluye unas determinadas unidades de alimentos. 

Aunque estas unidades suelen ser también un número redondo que no pilla por sorpresa a los clientes, lo cierto es que el número de alimentos no se elige al azar, sino que se aplica una regla numérica, conocida como la norma de los números primos. 

La regla de los números primos

La regla delos números primos es una técnica de marketing utilizada en hostelería para tratar de que los clientes tengan que pedir más cantidad de raciones y, de este modo, inviertan más dinero en sus salidas a los bares y restaurantes.

Básicamente, esta técnica se aplica a las raciones que traen un número concreto de alimentos, por ejemplo, en la ración de croquetas. En la carta, al lado de la ración, se especifica el número de croquetas que trae el plato, un número que siempre va a ser primo, es decir, aquellos que solo se pueden dividir entre 1 y entre él mismo.

Así, suelen venir 2, 3, 5, 7 u 11 unidades, de tal modo que sea difícil dividirlas entre los comensales. Por ejemplo, si vienen 7 croquetas y son tres comensales, siempre a uno le va a tocar una unidad más. Si son cuatro comensales, a uno de ellos le va a tocar una de menos.

Esto obliga a los comensales a pedir otra ración para que a todos les toque la misma cantidad de comida, por lo que se aumenta el consumo. Lo mismo sucede con los típicos cubos de cervezas u otras bebidas.

Este problema puede darse también a la inversa, ya que en caso de ser un número primo de comensales, por ejemplo 3 o 7, la ración no cuadraría en caso de ser de 4 u 8 unidades. Los comensales tendrían que partir y compartir de algún modo las unidades para que sea equitativo.