A pesar de la similitud, no se trata de una cárcel, sino de un centro de internamiento para migrantes ubicado en México. En el vídeo podemos ver la agitación y enfado de los jóvenes porque acaban de enterarse de que van a ser deportados en lugar de poder cruzar la frontera con Estados Unidos, que está a un kilómetro de distancia.

Ante su enfado y la desesperación por salir de ahí, estas personas prendieron fuego a sus colchones, esperando que les rescataran. Sin embargo, la actitud con la que nos encontramos fue la total indiferencia, el pasotismo, el abandono. Los guardas se marcharon sin tan siquiera abrirles las puertas.

40 personas han muerto calcinadas como consecuencia. Las ONG denuncian esta violación del derecho a la vida y no se explican que el propio presidente del país, Manuel López de Obrador, haya culpado e los sucedido a los migrantes.