La ley de familias llegará al Congreso prácticamente en abril. ¿Hay tiempo suficiente para toda la tramitación y para que sea aprobada?Esta ley debe aprobarse por dos motivos: porque es un hito del plan de recuperación que hemos acordado con Bruselas y, más importante aún, porque es una ley que nuestro país necesita, que promueve de forma muy clara la conciliación familiar y que amplía y refuerza la protección social, además de recoger jurídicamente la diversidad familiar existente.

¿Cree que contará con el apoyo de una amplia mayoría del Congreso, incluido el PP?Aspiramos a que tenga el máximo apoyo parlamentario, puesto que reconoce en toda su diversidad una institución tan clave de nuestra sociedad como son las familias, y además amplía su protección y promueve la conciliación. Veo impropio y difícil que haya fuerzas políticas que se puedan oponer a estos objetivos.

¿Por qué es necesaria una ley de familias en España?Porque la protección social en nuestro país, cuando la comparamos con los países de nuestro entorno, es menor, y esta ley viene a ampliarla. Esta ley garantiza que podamos atender la emergencia de la conciliación que tiene España con los nuevos permisos que crea, como el de cuidados de corta duración de cinco días y el permiso de fuerza mayor de cuatro días. Además, es necesario reconocer un cambio que ya se ha producido en la sociedad pero que no se reconoce jurídicamente: la diversidad [de modelos de familia. Una de las medidas que introducimos es la equiparación casi total de los derechos de las parejas de hecho a los de los matrimonios.

¿Cómo les ha sentado que la ministra Ione Belarra no haya salido a presentar la ley tras el Consejo de Ministros?Qué duda cabe de que a nosotros nos hubiera gustado que la ministra hubiera podido salir a presentar la norma, pero lo importante es que se ha aprobado y va a ser una realidad en los próximos meses.

El PSOE rechazó que el permiso para que los trabajadores cuiden a familiares a su cargo en caso de enfermedad sea de siete días y no solo de cinco. ¿Van a intentar renegociarlo en el Congreso?La ley sale adelante con dos permisos que son un paso adelante enorme: cinco días de permiso de corta duración, por una parte, y cuatro días de permiso remunerado de fuerza mayor, por otra. Y, además, seguramente en el trámite parlamentario se abra el debate sobre el permiso parental de ocho semanas, sobre el que se puede seguir trabajando y que seguramente haya que ampliar y profundizar.

Ese permiso para padres de niños de hasta ocho años no es remunerado. ¿Cree que podrán cambiar eso en el Congreso?El dictamen del Consejo de Estado era claro: transponer a nuestra legislación la directiva europea [que regula este permiso de ocho semanas] en su integridad requiere que una parte de este permiso sea remunerado.

¿Y eso se ha empezado a hablar con el PSOE?El Gobierno está trabajando en ello.

Pero los ministerios socialistas han sido reacios hasta ahora a que ese permiso fuera remunerado.Todos los ministerios estamos trabajando para garantizar que la transposición de la directiva se hace de forma completa.

¿Hasta dónde llegaría esa remuneración? ¿Sería completa durante las ocho semanas de permiso?Hay que dar tiempo a la negociación, estamos precisamente trabajando en ello.

¿Han empezado ya a mantener contactos con ERC y EH Bildu para conseguir su apoyo a la ley en el Congreso?Sí, ya hemos tenido conversaciones con los socios del Gobierno. Y existe un grado de acuerdo importante sobre los avances sociales, los avances en materia de conciliación y en nuevos derechos que esta ley entraña.

No consiguieron llevar a esta ley la ampliación de los permisos de maternidad y paternidad a seis meses. ¿Ve opciones de introducirla en el Congreso?Este es un tema en el que el Gobierno de coalición no nos pusimos de acuerdo. Pero España ya ha consolidado un gran avance en esta materia en los últimos años, y donde es más necesario poner el acento es en reforzar los permisos. Por eso se van a centrar más los esfuerzos en ese permiso parental de hasta ocho semanas y hasta los ocho años del menor.

¿Y tratarán de pelear que las familias monoparentales puedan disfrutar de ocho meses de permiso por maternidad y no de cuatro?Esta ley recoge avances muy relevantes para las familias monoparentales, como su equiparación a a las familias numerosas en lo que al disfrute de derechos se refiere para las que tengan dos o más hijos. También se establece que las familias monoparentales tengan acceso prioritario a becas o a vivienda pública, o la gratuidad de hasta 16 semanas de educación infantil de 0 a 3 años para ellas.

¿Por qué ha quedado fuera de la ley la prohibición del pin parental, pese a que el PSOE y ustedes estaban de acuerdo en ella?Estábamos y estamos. Pero esto ya está prohibido en la ley de educación, de carácter orgánico, y el Consejo de Estado nos recomendó no modificar una ley orgánica a través de esta ley. Pero la prohibición es ya una realidad.

¿En qué punto se encuentra la negociación de la ley de vivienda? El Gobierno lleva meses diciendo que está al caer, pero no acaba de concretarse.Está a punto de caramelo y tiene que aprobarse con carácter inmediato. La negociación que los socios han mantenido ha sido muy profunda e intensa, y nadie entendería que no fuésemos capaces de aprobar una norma crucial para que la población más joven pueda acceder a una vivienda.

¿Ha dificultado las negociaciones la entrada de la vicepresidenta Calviño?Hay debates sobre cuestiones puntuales, pero en lo fundamental creo que hay una base de acuerdo importante en el desarrollo de instrumentos para garantizar el acceso a la vivienda, tanto por la vía de los incentivos como por la vía del tope a la subida de los alquileres.

La otra gran ley que le quedaba al Gobierno, la reforma de la ley mordaza, cayó hace unas semanas por el voto en contra de ERC y EH Bildu. ¿Quién tuvo la culpa de que no saliera adelante?Creo sinceramente que el PSOE no puso toda la carne al asador. Pero lo importante es aprender las lecciones, y los socios de coalición tienen que ser capaces de aprender la lección que este fracaso deja.

¿Tiene pensado acudir al acto de Sumar del próximo domingo en Madrid?Lo importante no es si yo, individualmente, voy a asistir o no, sino cómo enfrentamos colectiva- mente una negociación que es enormemente compleja. Estamos hablando de distintas fuerzas políticas que se han presentado incluso compitiendo entre sí en elecciones pasadas. Hay que ser pacientes y tenaces, pero al mismo tiempo hay que ser también optimistas. 

Se lo pregunto porque usted ya intentó hacer de mediador entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón en 2017.Lo importante son los procesos de negociación colectivos y en este caso hacen falta altas dosis de empatía entre compañeros. Esto es imprescindible para que el proceso pueda llegar a buen puerto.

¿Por qué cree que no hay acuerdo entre Podemos y Yolanda Díaz?Insisto: este es un proceso de una enorme complejidad, en el que el objetivo es la confluencia de fuerzas políticas que han sido competidoras en el pasado. Precisamente la capacidad que tiene Yolanda es la de hacer converger esas fuerzas, pero hay que dar tiempo a esa negociación y ser prudentes.

Pero la negociación encallada ahora mismo es solo entre Podemos y Sumar y tiene que ver con el método de elección de las listas.No creo que nadie tenga problema en aceptar estas primarias como método de elaboración de las futuras candidaturas. Pero es necesario tejer las complicidades y coser la empatía para que se produzca esta confluencia, y eso es algo que lleva su tiempo.

¿Por qué ven necesario que haya un pacto inmediato para celebrar primarias abiertas? Ningún otro partido lo ha pedido.El domingo se presenta la candidatura de Yolanda y aclarar esto con carácter previo sería importante. 

Después de los choques de estas semanas, ¿mantienen la misma confianza en Díaz?Sin duda alguna, Yolanda es la mejor candidata que puede tener el espacio. Su trabajo y su gestión lo avalan, y esto no lo duda nadie.