El Banco de España prácticamente da por descartado que el país pueda vivir un caso como el del difunto Silicon Valley Bank (SVB) en el que un pánico bancario por dudas de solvencia hundió esta entidad, provocando turbulencias financieras mundiales que se han llevado por delante también al gigante suizo Credit Suisse. Eso sí, pide a las entidades bancarias que no se confíen y se pertrechen ante posibles turbulencias.

La directora general de Supervisión del Banco de España, Mercedes Olano, ha destacado que las entidades españolas tienen "muchísima liquidez" y "no tienen necesidad de vender bonos a pérdidas" para cubrir una eventual salida de depósitos. Estas ventas a pérdidas fueron el detonante de la huida masiva de depósitos que provocó la quiebra de SVB. Por tanto, un caso como el de la entidad californiana, ha añadido, es "casi imposible" que se pueda reproducir en España, donde dos tercios de los depósitos están protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos. 

Olano ha señalado también que el modelo de los bancos españoles está enfocado al cliente minorista y cuenta con una "fuerte diversificación" en el activo y el pasivo. Además, tampoco se ha detectado una salida de depósitos extraordinaria y las exposiciones de las entidades españolas a SVB o Credit Suisse eran muy marginales.

El Banco de España ha presentado este martes su memoria anual de supervisión de 2022, en la que se ha podido constatar una buena situación de solvencia de las entidades españolas. El informe refleja la "fuerte capacidad" de resistencia de los bancos, que vieron mejorar su rentabilidad y sus ratios de capital —los fondos con los que cuenta una entidad para hacer frente a imprevistos—. También aumentaron los beneficios por segundo año consecutivo tras un 2020 con números rojos. 

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Pero, aunque los bancos españoles gozan de buena salud y saldrán beneficiados con las subidas de tipos de interés, el supervisor aconseja a las entidades que no se confíen y aprovechen para apuntalar su situación. En este sentido, el Banco de España ha pedido a los bancos que destinen parte de esos beneficios que están entrando " a mejorar las ratios de capital ante posibles incertidumbres" y no se vaya todo a repartir dividendos entre los accionistas. 

Entre las dificultades que deberán afrontar las entidades de crédito, el Banco de España hace especial hincapié en el esperado aumento de la morosidad tras la fuerte subida del euríbor y la erosión en el poder adquisitivo que acumulan empresas y hogares. Por el momento, el porcentaje de créditos dudosos —aquellos que acumulan impagos de más de 90 días— se mantiene en mínimos no vistos desde antes de la crisis financiera de 2008. El último dato publicado por el Banco de España apunta a que solo el 3,5% de los créditos son dudosos, lejos del 14% que se llegó a alcanzar en lo peor de la crisis del euro en 2013.

La reducida tasa de morosidad actual explica en buena parte la escasa acogida que está teniendo por el momento el código de buenas prácticas hipotecarias que el Gobierno reformó y amplió el año pasado. En este sentido, el Banco de España señala que aún no se ha notado el grueso del impacto de la subida del euríbor sobre las hipotecas. La directora general de Supervisión ha recordado que el 60% de las hipotecas todavía no se ha repreciado para reflejar el impacto del actual euríbor.

Los depósitos volverán a remunerarse

Desde que los tipos de interés volvieron a subir, los clientes bancarios se han quejado de que, mientras que los intereses de los préstamos se han ajustado al alza, la remuneración de los depósitos sigue en niveles muy reducidos. En concreto, los últimos datos del Banco de España hablan de una retribución promedio del 0,37% en los depósitos a un año, frente al 1,34% en la eurozona. Esta es una de las razones que han despertado una fiebre por las letras del Tesoro que ofrecen más rentabilidad a un riesgo casi cero.

La abundante liquidez con la que cuentan aún en sus balances los bancos españoles explica que aún no estén retribuyendo el ahorro. Sin embargo, esa fuerte liquidez va a empezar a reducirse poco a poco a medida que el BCE va reduciendo su balance. Además, a esto hay que sumarle que el temor a la fuga de depósitos podría incentivar que se vuelva a remunerar el ahorro. "[Los bancos] sí van a incrementar las remuneraciones, lo que no sabemos es cuándo", ha explicado Olano. "En el momento en que vean un mínimo peligro empezarán a pagar depósitos", ha añadido.