La provincia se queda grande para medir la despoblación: expertos y políticos piden 'afinar' más por comarcas o por municipios

  • Castilla-La Mancha y Aragón ya aplican fórmulas alternativas; Castilla y León también lo analizará.
  • ​Oficialmente, solo hay tres provincias con despoblación -Cuenca, Soria y Teruel-, pero son muchas más las zonas que la padecen.
  • Ayudas estatales y autonómicas dependen de determinar de un modo u otro qué territorios tienen poca población.
Análisis del impacto de las transformaciones ambientales y sociales en el entorno rural.
Un niño juega en la calle de un pueblo.
FLC
Análisis del impacto de las transformaciones ambientales y sociales en el entorno rural.

La provincia como unidad de medida de la despoblación ya no sirve o no sirve del todo. Esta es la reflexión que hacen expertos en la materia y en el PSOE y el PP, que de distintas formas piden un cambio para reconfigurar el mapa de las zonas con menos densidad de población. Con distintas propuestas, todos tienen en común una visión alternativa a la que existe en la actualidad, de manera que no se tome la parte por el todo y sobre todo a la inversa, que municipios que tienen este problema queden invisibilizados -y con ello, sin eventuales ayudas estatales o autonómicas- porque la capital o municipios más grandes de su provincia 'tiran' hacia arriba la media de habitantes por kilómetro.

Esto ocurre porque a día de hoy la unidad de medida para determinar que un determinado territorio es la provincia. Esta es la escala que emplea el Gobierno y la UE para medir si una determinada zona cumple el umbral de densidad de población menor a 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado. De ahí para abajo, se considera que una zona está despoblada pero como el cálculo se hace en el ámbito provincial, a un municipio o área de municipios pueden no salirle las cuentas si cerca hay otros que superan con mucho ese umbral. De acuerdo a la media, incluso los más despoblados superarán el límite establecido.

Mapa de zonas que sufren despoblación.
Mapa de zonas que sufren despoblación.
Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico.

"Me parece que distorsiona el criterio de población", dice sobre la provincia como unidad de medida Vicente Pinilla, director de la Cátedra DPZ sobre Despoblación y Creatividad de la Universidad de Zaragoza. En su opinión, "sería más razonable utilizar una unidad territorial más pequeña, porque puede introducir distorsiones relevantes o zonas que no tienen un comportamiento determinado cuando eliminas la capital o determinadas zonas".

En Aragón, donde él trabaja, existen "dinámicas demográficas muy distintas". Lo mismo sucede más al sur, en la provincia de Guadalajara. Comprada con Cuenca -oficialmente provincia afectada con la población- se podría pensar que no tiene nada que ver con este fenómeno si se piensa en la capital o en los municipios del corredor del Henares, colindantes con la Comunidad de Madrid. La cosa cambia radicalmente en municipios como Molina de Aragón, con una densidad de población que no llega a 20 habitantes por kilómetro cuadrados frente a los 355 que tiene la capital de provincia, la segunda ciudad más poblada de Castilla-La Mancha por detrás de Albacete. A la inversa, en la despoblada provincia de Cuenca no es lo mismo Tragacete, un pequeño pueblo en la serranía con una densidad de población de 4,49 habitantes por kilómetro cuadrado que Tarancón, con de 106 y a medio cambio entre la capital de la provincia y Madrid.

"Cuando oyes hablar de despoblación en España, siempre se habla de las mismas provincias, Soria, Cuenca, Teruel, que es cierto que tienen un problema porque la gente se está marchando por su cercanía a Madrid y otras grandes urbes, pero en otras provincias con igual problema de despoblación, en lugar de emigrar fuera emigran a la capital", explica el presidente de la Diputación de Albacete, el socialista Santiago Cabañero Masip, firme defensor de dejar de considerar la provincia como unidad de medida de la despoblación. Ahora lo que sucede, añade, es que si los habitantes abandonan un municipio hacia otra provincia computa en la escala de despoblación pero no ocurre lo mismo si se van a otra población mayor dentro de la misma provincia, porque al final la media seguirá siendo la misma, tanto si la población no se mueve o si lo hace dentro de sus fronteras, aunque con ello haya pueblos que queden prácticamente abandonados.

"La unidad provincial es una medida injusta", dice Cabañero Masip, que pide un "planteamiento diana en territorios concretos que están perdiendo población". Él defiende el baremo que ha establecido el gobierno de Castilla-La Mancha en su Ley de Despoblación, la primera de este tipo que existe, que diferencia entre municipios "escasamente poblados", de "intensa despoblación" y de "extrema despoblación" si sus densidades de población son inferiores a 12 habitantes por kilómetro cuadrado, hasta ocho habitantes y menos de ocho respectivamente. En función de esta clasificación, el gobierno castellanomanchego concede ventajas fiscales y ayudas a vivienda o a la actividad económica dependiendo de la situación en la que se encuentren los distintos municipios. 

Ayudas y presupuesto

Un cambio de criterio territorial para medir la despoblación no solo reconfiguraría el mapa de este problema en España, sino que tiene un efecto mucho más práctico que tiene que ver con las ayudas que reciben los territorios aquejados por este problema. Al margen de las que concedan o estén estudiando las distintas comunidades, el grueso está en las llamadas ayudas de funcionamiento, unas ayudas de Estado que han tenido que ser autorizadas por la Comisión Europea para apoyar el tejido productivo y el empleo de las tres provincias receptoras, las oficialmente despobladas, Cuenca, Soria y Teruel. 

Aunque todavía no está ahí y no hay muchos detalles, fuentes de la Junta de Castilla y León afirman que también esta comunidad ha empezado ya a reflexionar acerca de la manera de afinar más el criterio de despoblación entre sus municipios, muchos de ellos 'atrapados' en provincias que, tomando la media, no tienen este problema.

Ser minuciosos

Por su parte, a nivel nacional el PP considera que la provincia como unidad básica sigue teniendo sus ventajas -particularmente vinculadas con los criterios para autorizar ayudas a nivel de la UE- pero también cree conveniente ir al detalle y superar sus límites y centrarse en comarcas especialmente afectadas por la despoblación, como en Zamora o en el Alto Pirineo de Huesca o zonas anexas a provincias que ya tienen reconocimiento 'oficial' de despobladas.

Pinilla también cree "más razonable" hacer una delimitación comarcal, con el inconveniente de que de momento esto podría funcionar de momento solo en las dos comunidades en las que este nivel territorial tiene rango oficial, Aragón y Cataluña. Sin tener que llegar a ello, Aragón ha elaborado una serie de indicadores de estructura demográfica que cruza distintas variables para tener una "información amplia y detallada" de las unidades territoriales pequeñas, con la que el gobierno regional toma decisiones sobre necesidades según los casos.

Más que reordenar el mapa de la despoblación, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, cuenta ya con un trabajo bastante avanzado en su partido sobre despoblación que lo que plantea es aprovechar las zonas colindantes, porque es algo que ya contempla también la Comisión Europea. Y, desde allí, "luchar" porque Bruselas vaya ampliando poco a poco este mapa, también superando los límites de la unidad provincial.

"El mapa de ayudas autorizadas por la Comisión Europea no solo habla de zonas NUT3 [que aluden a las provincias], también de la posibilidad de que zonas dentro de NUT2 [comunidades autónomas] o adyacentes a NUT3 afectadas por despoblación", explica José Manuel Hernando, senador de PP y miembro de la comisión de Despoblación y Reto Demográfico, que insiste en que "hay que ser muy minuciosos" con no cambiar los criterios de la UE para no ser penalizados con las ayudas, una visión muy distinta a la que se tiene en el PSOE. Cabañero Macip entiende que si se modifica el mapa de la despoblación convendría "ampliar el presupuesto" para permitir que las nuevas zonas y municipio puedan tener también ayudas.

Después de años clamando en el desierto, el presidente de la Diputación de Albacete dice que "por suerte" ahora se empieza a hablar de esta cuestión aunque por el momento no hay ninguna propuesta en firme por  parte del Gobierno central y en particular del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, donde quienes defienden romper los límites de la provincia cuentan con el secretario de Estado de Reto Demográfico, Francisco Boya, como un gran aliado. 

Mientras, la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, volvió a escuchar hace unas semanas directamente "dejar la unidad provincial para establecer si una zona sufre despoblación" y "bajar del ámbito provincial" durante la inauguración del IV Congreso Nacional de Despoblación y Reto Demográfico de la FEMP. 

Ribera no se comprometió de momento más que a analizar una información "interesante" pero "aleatoria" sobre territorios fuera de las provincias de Cuenca, Teruel y Soria, "ir aprendiendo a recoger información de lo que hacemos para evaluar y entender qué es más eficaz". 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento