
El acuerdo sobre las pensiones nos garantiza respirar en el corto y largo plazo. Los que hoy son mayores de 65 años verán cómo la pensión mínima se incrementa hasta un 22% en cuatro años, y teniendo en cuenta que los precios suben por encima del 16%, pues tampoco es tan alarmante. Y los jubilados del mañana, muchos de nosotros afectados por crisis, despidos, edadismo, brecha de género... veremos cómo nuestra pensión es más justa y equilibrada con nuestra vida laboral. Ni tan mal.
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