Laura Valenzuela ha fallecido a los 92 años de edad en el hospital de La Princesa, en Madrid, este viernes 17 de marzo. Se encontraba ingresada tras su último bache de salud del que no ha podido recuperarse. 

Muy querida por el público y compañeros de profesión, la presentadora y actriz ha estado siempre acompañada por su única hija, Lara Dibildos, fruto de su matrimonio con José Luis Dibildos. "Mi madre está muy malita. No está en la UCI, está en planta, y aquí estamos todos en el hospital con ella", indicaba este miércoles su hija tras conocerse el ingreso de la carismática presentadora.

Ella fue la que, hace unos días, hablaba de cómo se encontraba realmente su madre, aclarando los rumores que decían que estaba viviendo en una residencia. "Hoy no sé quién me ha dicho que había estado en un centro de mayores, que no habría pasado nada, pero ya te digo que no es verdad", dijo la actriz, desmintiendo esas informaciones.

"Ha estado en su casa, tiene escaleras, llegó un día en que se cayó tres veces, y a la tercera fue como: 'madre, por Dios, que no puede ser'. Se fue a una casa al lado, alquilada, sin escaleras, hasta que pasó la cuarentena, pasó lo que pasó y decidimos que ya había sido mucho tiempo separados y que queríamos estar juntos", aclaró.

En la actualidad, Laura Valenzuela se encontraba viviendo junto a sus hijos y sus nietos. "Ahora vivimos juntos, pero vamos, que no pasa nada, simplemente aclarar las cosas. Cada uno es un mundo, pero el suyo es ese", declaró Lara Dibildos.

Laura Valenzuela fue la primera presentadora de la televisión española, en los antiguos estudios de TVE del madrileño Paseo de la Habana. Fue fue uno de los rostros más conocidos tanto de la pequeña como de la gran pantalla durante las décadas de los años 1950 y 1960, cuando inició su carrera, que la unió profesionalmente con Joaquín Prat, convirtiéndose en una de las parejas televisivas más recordadas.

Decidió retirarse de su profesión tras su matrimonio, el 27 de marzo de 1971, con José Luis Dibildos y posterior nacimiento, apenas seis meses después, de su hija, Lara. No volvería a trabajar como presentadora hasta la llegada de las televisiones privadas, casi veinte años después. En 1996, regresó a Televisión Española con el programa Mañanas de Primera que presentó junto a su hija.

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Tras años alejada de la pequeña pantalla, reapareció en 2012 en La 2 de TVE para recoger el premio que le fue otorgado por la Academia de la Televisión a toda su trayectoria profesional. Después de esa gala decidió retirarse de la vida pública, para disfrutar de su familia, tras cincuenta y dos años de una reconocida trayectoria profesional.