La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha defendido este miércoles en el Paseo del Prado madrileño —en el que se situaba la cabecera de una de las dos manifestaciones convocadas del 8-M— que el feminismo no va a dar "un paso atrás", que "son más" y que van a "seguir conquistando todos los derechos para todas las mujeres".

Montero se ha visto arropada esta tarde por toda la cúpula del Ministerio y de Podemos, como la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez Pam, y la delegada de Gobierno contra la Violencia de Género, Vicky Rosell, después de dos jornadas marcadas por una división entre los socios del Ejecutivo refrendada ayer martes durante el pleno del Congreso que tomaba en consideración la reforma de la Ley del Solo Sí es Sí, y este propio miércoles, por la ausencia de cargos del PSOE en el acto oficial del ministerio de Igualdad.

Montero ha expresado su felicidad porque las "mujeres desde su diversidad están desbordando las calles y plazas de nuestro país, reivindicando nuestros derechos acuerpándonos y sintiéndonos las unas al lado de las otras y peleando por nuestros derechos". 

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La ministra, además, ha denunciado "transfobia" en quien pregunte qué es una mujer, una cuestión que ha dividido al movimiento feminista entre aquellas mujeres que defienden la ley trans y aquellas que critican el borrado de mujeres con esta norma.  "Se llama vulnerar los derechos humanos de gente que está orgullosa de su diversidad".