El helicóptero Pegasus de la Dirección General de Tráfico (DGT) es ya un viejo conocido de los conductores españoles. Es capaz de captar y registrar excesos de velocidad en la carretera desde el aire. El Eurocopter 355N, ese es el modelo, puede realizar un seguimiento de los vehículos controlados desde una elevada altura y distancia, sin que los conductores puedan advertir su presencia.

Y así puede advertir todo tipo de infracciones: distracciones, adelantamientos indebidos, incorrecta distancia de seguridad, falta de dispositivos de retención o uso de móviles al volante, entre otras. Se da por hecho que las infracciones, de haberlas, ocurren abajo, en la carretera, pero ¿quién vigila al vigilante? ¿Qué pasa cuando la infracción tiene lugar en el propio 'Pegasus' y acaba en accidente?

La probabilidad de un accidente aéreo es pequeña; también entre los helicópteros. Los de la DGT tienen un mantenimiento permanente y son revisados de manera regular. Pequeña es también la posibilidad de un accidente por impericia o imprudencia de piloto. Pero ha ocurrido.

¿Cómo se estrelló el Pegasus?

La noticia nos sorprendió el pasado domingo. Un helicóptero modelo Pegasus de la DGT se estrelló pasadas las 11:00 horas a la altura del kilómetro 2 de la carretera M-512, en un paraje cercano a la localidad de Robledo de Chavela (Madrid). 

Tuvieron que hacer un aterrizaje de emergencia y aunque lo lograron los dos ocupantes -piloto y copiloto- resultaron heridos leves. Al lugar de los hechos se trasladaron efectivos del cuerpo de Bomberos y servicios de emergencia para atender a los ocupantes del helicóptero.

Cocaína y metanfetaminas

Si sorprendente fue el accidente más lo han sido sus causas. Tras el siniestro, al piloto se le hizo un test de drogas y dio positivo, según han confirmado fuentes de la Guardia Civil. Resultó que había tomado cocaína y metanfetaminas. Fue detenido por un delito contra la seguridad aérea.

Mientras, el copiloto del Pegasus, también funcionario de la Dirección General de Tráfico, fue trasladado al hospital de Puerta de Hierro de Madrid para recibir tratamiento médico.

¿Intentó huir el piloto?

El piloto, de 60 años, es bombero de la Comunidad de Madrid en excedencia, según han apuntado a Europa Press fuentes sindicales, y formaba parte de la plantilla de la DGT. El copiloto, de 58 años, es también operador de cámara de ese organismo.

Se da la circunstancia de que el piloto, tras recibir las primeras asistencias sanitarias, intentó huir para precisamente evitar someterse al test de drogas.

¿Se escondió en casa de un familiar?

Según han explicado a El Periódico de España fuentes conocedoras de lo sucedido, para intentar evitar el control de la Guardia Civil, el piloto huyó hasta un pueblo cercano, Villanueva de la Cañada. 

Son unos 30 km que al parecer hizo en un vehículo (se desconoce si con la participación de terceros). En esa localidad madrileña se escondió en casa de un familiar, pero fue finalmente detenido y tuvo que someterse al test. Dio negativo en alcohol, pero positivo en cocaína y metanfetaminas.

Libertad provisional

Este martes, el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de San Lorenzo de El Escorial ha decretado libertad provisional para el piloto. Le atribuye la comisión de un posible delito contra la seguridad aérea, por lo que tendrá que presentarse en dependencias judiciales cada vez que se le requiera.

No se descarta que el juez le atribuya otros dos delitos: uno por huir del lugar del accidente y otro por abandonar el lugar habiendo un herido.

La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC) realizará su investigación para averiguar las causas del suceso, en paralelo a la actuación judicial.