Khadija Amin Periodista
OPINIÓN

8 de marzo con las mujeres afganas

Khadija Amin junto a otras mujeres afganas.
Khadija Amin junto a otras mujeres afganas.
CEDIDA
Khadija Amin junto a otras mujeres afganas.

El Día Internacional de la Mujer se celebra el 8 de marzo en todo el mundo. Anteriormente, en Afganistán, también solíamos festejar este día. En el Ministerio de la Mujer, durante el gobierno anterior, el 8 de marzo se manifestaba el reconocimiento al trabajo de las mujeres y todas trabajábamos juntas para preparar ese día. Sentíamos la libertad con el corazón y el alma; poco a poco, nos fuimos haciendo un lugar en la comunidad. Ministras, diputadas, la viceministra de Defensa, deportistas, periodistas... No fue fácil para las mujeres afganas obtener todas estas libertades. Hicimos muchos sacrificios para obtener nuestros derechos.

Durante el tiempo que llevo viviendo en España, siempre he sido un altavoz para las mujeres de Afganistán, pero no habría sido posible si estuviera sola. Las mujeres españolas, en algunos casos también los hombres, se me han unido para darme fuerzas y poder seguir luchando por las mujeres afganas.

Es vital apoyar a las mujeres y niñas que apenas tienen derecho a respirar en Afganistán. Ni siquiera se les permite salir de la casa, son como muertas en vida. Esto es lo que significa violar los derechos de la mujer.

Escribo este artículo en estación de tren, esperando para volver a casa. Estamos en la semana de celebración del Día Internacional de la Mujer y me invitan a participar en universidades e institutos para hablar sobre la situación de las niñas y mujeres afganas. Es mi responsabilidad hacerlo. Me canso físicamente, pero no me rindo. Aprecio cada oportunidad que se me brinda para hablar sobre ellas.

En el instituto al que he acudido hoy he conversado con jóvenes de 14 y 15 años sobre la situación de la mujer desde los años 70 hasta ahora en mi país. Fue muy interesante, los estudiantes tenían muchas preguntas sobre las mujeres afganas.

Uno de ellos preguntó por qué los talibanes obran así. "Está claro", le respondí, "para ganar poder y lograr sus objetivos políticos". Las escuelas y universidades han sido tomadas como rehenes. Cerrar sus puertas a las mujeres no tiene ningún componente religioso, los talibanes imponen estas restricciones para que el mundo los perciba y reconozca como gobierno, pero no podemos permitir que el mundo otorgue ese reconocimiento a un grupo terrorista que puede ser peligroso para otras naciones.

Hablé en ese instituto español sobre los crímenes que los talibanes han cometido en Afganistán desde 1996. No tienen piedad de nadie: atacaron a estudiantes universitarios y los mataron, incluso entraron en un hospital y mataron a los niños recién nacidos. 

Les expliqué a los estudiantes que hoy en Afganistán solo hay guerra, pero que, a veces, hubo libertad. El rostro de Afganistán es conocido internacionalmente como el de los talibanes, pero las mujeres lucharon y, aún ahora, las heroínas afganas no dejan de combatirles. No se quedarán calladas reclamando sus derechos aunque les cueste la vida.

Desde febrero me han invitado todos los días a un programa de apoyo a las mujeres afganas. Además de hablar de su situación y de los crímenes de los talibanes, también agradezco a los españoles que me brinden esta oportunidad de poder ser la voz de mis compatriotas; de mostrarles a ellas que, aunque estemos fuera de Afganistán, lucharemos por sus derechos.

Escribir en el periódico 20minutos es una manera de dar voz a las mujeres afganas, unas voces que son, en su mayoría, silenciadas, prisioneras en sus casas por ser mujeres. El club de las 25 también me ha dado la oportunidad de hablar por ellas. El día que Magis Iglesias (quiero escribir una historia detallada sobre ella) me dijo "ven con nosotras" y que habían decidido darme una membresía, yo estaba feliz de que me hubieran dado una identidad para poder apoyar a otras mujeres. Durante este tiempo, hemos podido ayudar a muchas y seguimos trabajando sin descanso.

Como no podía tener a mis hijos a mi lado, abrí el camino para otras mujeres afganas, porque la inmigración es muy difícil. Cuando las niñas y mujeres afganas llegan a España, les facilitamos unas instalaciones y proporcionamos ayuda, para que no se sientan solas en otro país, un país con el que no tenemos ningún tipo de proximidad. No es una lucha fácil, no podría continuar sin el apoyo de las mujeres españolas.

El gobierno español debe continuar su cooperación, facilitando el proceso de reunificación familiar, porque la mayoría de los que vinieron a España dejaron familiares en Afganistán. Y hay mujeres vulnerables que se encuentran solas en Pakistán; mujeres jóvenes que deben concertar una cita en la Embajada de España en Pakistán lo antes posible. La cooperación del gobierno español puede salvar la vida de estas mujeres afganas.

Es ya de madrugada y hoy quería completar un informe, a pesar de que he tenido un día muy ocupado, hablando de la situación de las mujeres en el coloquio de El club de las 25. Mañana tengo que levantarme temprano e ir a Barcelona para participar en una mesa redonda organizada por Casa Asia. No quiero perder ninguna oportunidad. Nunca detendré estas actividades. Marzo es uno de los meses más ocupados para mí, pronto iré a otros institutos y diré a todos en todas partes que no deben legitimar a talibanes.

Volveré a Madrid el 8 de marzo por la mañana, para poder estar en la manifestación. Únanse a a nosotras, pidamos juntas que las mujeres afganas puedan trabajar, estudiar y vivir en libertad.

Convocatoria 8-M
Convocatoria 8-M
CEDIDA
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