El suplicio del 'Sísifo' de la L11: "Me han mandado ya siete veces tapar los grafitis contra la tala"

El operario al que llaman 'Sísifo' tapa las pintadas en la valla que acordona los árboles del Parque de Arganzuela del día anterior.
El operario al que llaman 'Sísifo' tapa las pintadas en la valla que acordona los árboles del Parque de Arganzuela del día anterior.
Guillermo Azaola
El operario al que llaman 'Sísifo' tapa las pintadas en la valla que acordona los árboles del Parque de Arganzuela del día anterior.

Cada mañana, Sísifo -como llaman los vecinos de Madrid Río al operario de la empresa e­ncargada de la obra en la Línea 11- acude al parque de Arganzuela a tapar de rojo y blanco las pintadas en la apodada 'Valla de la resistencia'. Igual que el hombre del mito griego que fue condenado por los dioses a subir una roca hasta la cima de una montaña donde esta volvería a caer por su propio peso, el técnico borra los "Salvemos la arboleda" o "Árboles en el parque, Metro en la acera" consciente de que al día siguiente volverán a aparecer. "Ya he venido siete veces, la capa de pintura es cada vez es más gorda", se resigna bajo un sol de justicia.

Los vecinos no se van a rendir, como reza otro de los grafitis, y este sábado volverán a salir a la calle, sobre las 12:00 horas desde Puerta de Toledo, para protestar contra la tala de árboles que planea el gobierno de la Comunidad de Madrid para ubicar la nueva estación de Metro del tramo Plaza Elíptica-Conde de Casal. "Sabemos que pintar la valla no es decisión de Sísifo, pero nuestros carteles y mensajes son un símbolo de la resistencia vecinal contra la tala", explica sobre el terreno a 20minutos Susana de la Higuera, portavoz de la AV Pasillo Verde Imperial.

Con la nueva concentración, bajo el lema "Yo Defiendo Este Árbol", será la segunda vez que los residentes se movilizan para reclamar la paralización cautelar de las obras de ampliación de la Línea 11. A la última protesta acudieron más de 2.000 personas, según los convocantes, la mitad de acuerdo con cifras de la Delegación de Gobierno. "El éxito de la anterior obligó a las autoridades a tener que escuchar las demandas vecinales, llegando a anunciar la paralización momentánea de las talas en el parque de Arganzuela. Sin embargo, esta decisión no ha satisfecho a la ciudadanía, al corroborar que las obras siguen adelante y que la amenaza no se ha detenido", explican los convocantes -organizaciones ecologistas, asociaciones vecinales y AFAs- en un comunicado.

Uno de los mensajes que han escrito los vecinos en 'La valla de la resistencia'.
Uno de los mensajes que han escrito los vecinos en 'La valla de la resistencia'.
Cedida

Situar la estación dentro de los parques de Arganzuela y Comillas, la otra boca prevista, supondría talar 1.027 árboles, según el Gobierno regional. Sólo en el primero, se retirarían cerca de 250 ejemplares de plátano de sombra, con más de 50 años de vida. "Además de por su edad, los técnicos nos dicen que no van a poder trasladarlos porque miden más 50 metros de altura y 2 de diámetro. Las ramas que se ven por arriba, están por debajo en forma raíces", advierte Susana mientras reparte junto a otros vecinos, como Miguel Ángel o Jesús, octavillas y recoge firmas a la entrada del parque en la víspera de la concentración. De pronto, llega una señora de Marqués de Vadillo a preguntar:

—Yo he leído que Ayuso se ha echado hacia atrás —comenta, acompañada de su marido.

—No, de lo que diga la Comunidad no se crea nada. Han parado hasta el día de las elecciones para que nos callemos. Pero, si quiere poner aquí la estación, van a tener que talar —contesta, muy rápida, Susana.

Los manifestantes desconocen por qué la Comunidad no quiere emplazar la estación en el Paseo de Yeserías, junto al Puente de Praga, como era la idea en origen. "Creo que es para no afectar al tráfico rodado, porque es mucho más rápido hacerlo en el parque", deduce la portavoz de Pasillo Verde. En consecuencia, si la obra finalmente se acomete en el parque, "va a quedar un espacio de asfalto gris", se aqueja con la mente puesta ya en los próximos veranos, cada vez más calurosos. 

Talas de árboles previstas (en amarillo) en una de las zonas de Madrid Río.
Talas de árboles previstas (en amarillo) en una de las zonas de Madrid Río.
Comunidad de Madrid

Por los grupos de WhatsApp de los convocantes también circula una canción, entonada por un niño, que pide el fin de la deforestación. La letra dice así: Queremos metro, fuera del parque. Tenéis que echar un poquito hacia allá, allá, allá. Así respetan, los arbolitos, y así me ayudan a respirar. Un estribillo que se repite dos veces más y que este sábado seguro se reproduce otras tantas en la manifestación.

De hecho, las reivindicaciones se han colado hasta en el pleno de Cibeles, donde en la última sesión ordinaria Vox unió sus voto a los Más Madrid, PSOE y Grupo Mixto para instar a la Comunidad que paralice  "inmediatamente" la obra y que se modifique el proyecto de construcción "volviendo a posicionar la estación en la ubicación inicialmente prevista".

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