Un año de la destrucción del Antonov 225 por las bombas rusas: el avión más grande del mundo... que Ucrania reconstruye en secreto

  • Era el único avión capaz de soportar una carga útil de 250.000 kilos.
  • Kiev tiene un proyecto para construir un nuevo An-225, pero llevará años y más de 500 millones.
Así era el Antonov.
Así era el Antonov.
Así era el Antonov.

El pasado día 24 de febrero se cumplió un año de la destrucción del Antonov 225, el avión más grande el mundo. Aquel día, durante los primeros días de la invasión de Ucrania, el Ejército ruso bombardeó el Aeropuerto de Hostomel, donde se encontraba el megacarguero

La noticia no se confirmó hasta el 4 de marzo: tras 33 años de historia, el avión había sido destruido en el bombardeo de Hostomel y solo quedaban los restos. La aviación comercial se quedaba sin el único avión capaz de soportar una carga útil de 250.000 kilos, como recuerda Transponder1200.

En los últimos días de febrero, ante la inminencia de la invasión de Putin, los ucranianos empezaron a evacuar los aviones de Hostomel. Empezaron por la flota de An-124, el hermano pequeño del Antonov An-225 'Mriya'. Éste tenía previsto partir el 24 de febrero, pero los vuelos estaban bloqueados.

Llegaron las bombas rusas y el inmenso avión quedó calcinado. En ese momento se estimó que se tardaría más de cinco años en recuperarlo, con un coste de 3.000 millones de dólares.

Puede que Rusia haya destruido nuestro 'Mriya' ('sueño' en ucraniano y apodo del An-225), pero jamás podrán destruir nuestro sueño'"

"Puede que Rusia haya destruido nuestro 'Mriya' ('Sueño' en ucraniano), pero jamás podrán destruir nuestro 'sueño' de un Estado fuerte, libre y democrático europeo. ¡Venceremos!", escribió en Twitter el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba.

Estaba considerado el avión más grande del mundo y lo fue hasta el primer vuelo del Stratolaunch2, el 13 de abril de 2019, aunque aquel fue un vuelo experimental. De hecho, el Antonov An-225 fue diseñado para transportar los transbordadores espaciales Buran de la Unión Soviética.

El 6 de febrero de 2022 realizó su último vuelo. Transportó 90 toneladas de pruebas rápidas de coronavirus entre la ciudad china de Tianjin y el aeropuerto de carga danés de Billund. Luego, ya vacío, volvió a casa, al Aeropuerto de Hostomel, en las afueras de Kiev.

Así era el Antonov An-225 'Mriya'.

Nacido en 1988 para el espacio

Antonov era una empresa fundada en 1946 en la Unión Soviética. En la década de 1980 comenzó la fabricación de este superavión con el objetivo de transportar cargas pesadas como ningún otro avión lo ha hecho en la historia de la aviación.

El Antonov An-225 fue una realidad en 1988. Tenía un peso máximo de despegue de 640 toneladas y la envergadura más grande del mundo, 88 metros. Con sus seis gigantes motores Progress D-18T, este avión carguero tuvo el récord de transporte de carga aérea con 189.980 kilos en un solo vuelo.

El avión fue utilizado para el programa espacial soviético, en reemplazo del Myasishchev VM-T, transportando cohetes y el transbordador Buran. Es decir, el inmenso Antonov hacía lo que el Airbus Beluga y el Boeing 747 Shuttle Carrier para la NASA.

Una campaña para construir un nuevo An-225

En mayo, los ucranianos comenzaron a limpiar el Aeropuerto de Hostomel retirando los restos de helicópteros, tanques y vehículos de combate que fueron destruidos por los rusos en el aeródromo. Los restos del Antonov An-225 han permanecido en su lugar siguiendo instrucciones de la fiscalía ucraniana, que los considera pruebas para la investigación criminal contra Rusia.

Entonces, el Gobierno de Ucrania anunció que en la demanda contra Rusia por la invasión exigirían una compensación económica. Puesto que atacar objetivos civiles se considera un crimen de guerra, los ucranianos incluían en ese apartado la destrucción del An-225. El hangar que albergaba el avión comenzó a ser desmantelado para evitar que se derrumbara y pudiera dañar los restos del carguero.

Alrededor del 30% de los componentes del avión destruido y otro que nunca se llegó a terminar se pueden usar para el segundo ejemplar"

Si ese dinero llega algún día, Kiev podría usarlo para pagar el nuevo megaavión, porque la intención es reconstruirlo (en realidad, fabricar uno nuevo) en un lugar secreto. Antonov Company ha hecho ya varias campañas para recaudar dinero, bajo el eslogan Mriya is alive! ("El sueño sigue vivo").

Eugene Gavrylov, director general de la empresa, asegura que se aprovecharán las piezas del aparato destruido que estén en buen estado. Lo dijo en noviembre, cuando se inauguró en el aeropuerto de Leipzig-Halle (Alemania) una exposición sobre el Antonov An-225.

"Según el análisis de los expertos, alrededor del 30% de los componentes del avión destruido y otro que nunca se llegó a terminar se pueden usar para el segundo ejemplar. El coste se estima en al menos 500 millones de euros, sin embargo, es demasiado pronto para hablar de una cantidad específica", comentó el constructor en su cuenta de Twitter.

Para la espera y para recordar las colosales proporciones del An-225, por lo menos se puede disfrutarlo de forma digital. Microsoft Flight Simulator lo acaba de incluir en su plataforma. Ya se puede "pilotar" el avión más grande el mundo.

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