La nueva Ley de Bienestar Animal, que ha visto la luz verde para su aprobación en el Congreso de los Diputados, recoge algunos conceptos referidos a la tenencia responsable de mascotas, al abandono o a los derechos de los animales, entre otras cosas. Es el ejemplo de la normativa referida a los gatos, que se han clasificado según su forma y lugar de vida, dando paso a los denominados gatos comunitarios.

En primer lugar, hay que saber que la mencionada ley reconoce a todos los gatos como animales de compañía, aunque se regulan diferentes tipos de felinos de acuerdo a su forma de vida, el nivel de socialización o el lugar en el que habitan, ya que no es lo mismo un gato doméstico que otro que vive en una colonia en la calle. 

El nuevo concepto de 'gatos comunitarios'

"Se introduce el concepto de gato comunitario, el gato libre que convive en entornos humanos y que no es adoptable debido a su falta de socialización, y se establece una gestión integral de los mismos con métodos no letales, basados en el método CER, con el objetivo de reducir progresivamente su población mientras se controla el aporte de nuevos individuos con la esterilización obligatoria de los gatos con hogar", se puede leer en el proyecto de ley. 

De este modo, se define como gato comunitario a los felinos de la especie Felis catus que vive en libertad, pero que están vinculados a un territorio y que no pueden ser abordados o mantenidos con facilidad por los seres humanos debido a su bajo o nulo grado de socialización. Serían por tanto, gatos callejeros que desarrollan su vida en torno a los seres humanos para su subsistencia.

No hay que confundir estos gatos comunitarios con el concepto de gato merodeador, que es aquel gato que vive en un domicilio, junto con los humanos, pero que sale sin supervisión al exterior del hogar.

Derecho y protección de los gatos comunitarios

En referencia a los gatos comunitarios se establecen algunas normas que tienen como objetivo el control, cuidado y protección de las colonias felinas. Es lo que se conoce como gestión de colonias felinas, es decir, un protocolo de actuación para atender a un grupo de gatos comunitarios no adoptables, que son alimentados, censados y sometidos a un programa sanitario y de control poblacional CER, controlando la llegada de nuevos individuos.

Quizás el concepto de CER también es desconocido, incluso, para las personas que tienen gatos o que conocen alguna colonia felina cercana a su entorno. Concretamente, se trata de un protocolo que significa 'Captura, Esterilización y Retorno' de los gatos comunitarios, con el objetivo de "reducir progresivamente su población".

Teniendo claros estos conceptos, la nueva ley concreta varias medidas para la protección de todo tipo de gatos. Por ejemplo, el fomento de la colaboración ciudadana para el cuidado de los felinos comunitarios, la obligatoriedad de identificación mediante microchip y la esterilización quirúrgica de todos los gatos comunitarios, entre otras cosas.