El papel film o envoltorio transparente es una de las formas más conocidas de empaquetar, guardar y conservar los alimentos en el hogar. Es sencillo y práctico de utilizar, pero, en ocasiones,  es complicada su manipulación porque el plástico se queda pegado en las superficies o en las manos, así como arrugado o hecho una bola, por lo que acabar por desechar el trozo de papel film. Esto es debido a un simple motivo: la electricidad estática. 

Concretamente, el papel film está elaborado de polietileno y polipropileno, dos plásticos que se mezclan para conseguir las características de flexibilidad y elasticidad que tiene el papel film, tal y como explican desde Ecoembes. Al estar elaborado de plástico, la electricidad estática se forma muy fácilmente solo con intentar desplegar un trozo del rollo y envolver un alimento. 

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¿Por qué no hay que guardar el film en el cajón?

Este problema tiene una solución muy sencilla, que pasa por guardar correctamente el papel film. En muchos hogares optan por guardarlo en el cajón, junto con otros tipos de envoltorios, como el papel de aluminio. Sin embargo, es un error, ya que al estar en el cajón no se pone remedio al problema de electricidad estática. 

Para conseguir que el papel sea fácilmente manipulable y que no se quede pegado o arrugado, basta con guardarlo en la nevera o en el congelador, donde las condiciones de frío y humedad mantendrán alejada la electricidad estática.

"La clave es tener el film en la nevera. Con el plástico frío no tendrás problemas para cortarlo, extenderlo y colocarlo", indican desde el blog especializado es trucos para el hogar que ofrece Supermercados Dia. 

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Alternativas al papel film

Además de esto, hay que saber que hoy en día existen otras alternativas mucho más sostenibles que el papel film, ya que, al fin y al cabo, es un envoltorio de plástico desechable, lo que favorece la creación de residuos en las viviendas. 

Para evitarlo, se pueden utilizar otros elementos de cocina que sirven para guardar y conservar los alimentos, de manera fácil y práctica, y que son reutilizables, evitando la generación de residuos plásticos. 

De este modo, se pueden usar tapas de silicona, tápers vidrio o bolsas de silicona reutilizables, tal y como recoge la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Cada una de estas opciones se adapta a cada tipo de alimento que se quiera conservar y guardar